El proceso ha sido largo y fatigoso. Tiempo habrá para contar los innumerables contratiempos, ataques y zancadillas..., y las que vendrán. Tengo que agradecer enormemente a todos los que me han ayudado para sacar a la luz una obra que va a terminar rompiendo el cordón mediático de protección con el que los poderes fácticos (que controlan a los mediáticos) protegen al, tal vez, el mayor fraude democrático de la historia reciente de España: Ciudadanos y Albert Rivera.
Ya está aquí, ya llegó y desde el lunes podrán adquirirlo en www.albertriveraesunlagartodev.es y en diversas librerías. En breves días lo presentaremos públicamente en un espacio de cultura de referencia en Madrid y en Leganés. También nos han pedido que acudamos a diversos puntos de la geografía nacional.
Es un libro autoeditado y todos los beneficios serán donados a entidades sin ánimo de lucro que destacan por su labor social hacia las personas más desfavorecidas.
Me siento especialmente orgulloso de la labor de los compañeros de Tercera Vía y de su secretario de Organización Enrique Rodríguez, de mis compañeros de Unión por Leganés-ULEG y de quienes han colaborado desinteresadamente, con la mayor de las discreciones y sin ningún afán de protagonismo. Muchas gracias a José Sevilla, a Jaime Trabuchelli, Miguel Ángel Mateos y a José Luis Sánchez. Magníficas las ilustraciones y edición de Ricardo López y el apoyo de Antonio González. Enorme la recopilación bibliográfica de Lorena La Torre y la pasión que ha puesto Fernando Caballero, sin olvidarme del apoyo de Virginia Benito, Carlos Aranzana, Mercedes Neria y Antonio Almagro. Sí, es un libro que tiene un autor, pero su paternidad y maternidad está extraordinariamente compartida. Nos podemos sentir muy satisfechos por haber hecho un gran servicio a España.
Espero que os guste y, sobre todo, no os deje indiferente y os haga reflexionar.
1 comentario:
Ya, ya, estaba tardando mucho el pequeño Napoleón, aún no se le ha pasado el berrinche de ver al gordo y simple Santiago coger el bastón.
Pero tiene razón, da lo mismo el motivo, o sin el, el caso es echar al Nepote.
Tiene el traje de Alcalde manido de tanto mirarse al espejo.
Y encima escribe, mal por cierto.
Ve la paja en ojo ajeno, y no la viga en el propio.
Cuando sea Alcalde, cualquiera lo aguanta.
Ruf.
PD. No os gastéis un duro, pirateadlo, no vale ni para envolver la verdura.
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