Por eso, desde estas líneas le digo al señor Gómez Montoya, que no ha sido capaz de ser mínimamente humilde ni en esas falsas no-disculpas de ayer, que recuerde que preside una corporación municipal, que representa a cerca de 200.000 vecinos, que es alcalde de quien le votó y de quien no... Y que una Junta de Portavoces no es la barra de una taberna, ni los que allí estábamos somos sus amiguetes de parranda, ni lo que allí se trataba es algo privado, todo lo contrario. No, señor Gómez Montoya, por mucho que le traicione el subconsciente y sus espinosos intereses, la Junta de Portavoces y la Casa Consistorial no son un pub chungo de La Cubierta, ni lo que se dice allí es algo de broma o chanza.
Hasta ahora, no había hecho ninguna declaración pública más allá de confirmar la realidad de lo sucedido porque quería dar la oportunidad al alcalde de excusarse como hacen los hombres que se visten por los pies. Un momento de nervios nos puede pasar a cualquiera. Pero ni ese día el sr. Gómez Montoya estaba nervioso (no más de lo habitual), ni entonces ni después ha demostrado tener ningún propósito de enmienda. Y resulta que para lanzar balones fuera ayer se sacó un conejo de la chistera diciendo que ahora las Juntas de Portavoces serán públicas y se defendió atacando. Pues mire, ya le adelanto que mientras usted no pida perdón públicamente y bien concreto y conciso por lo que dijo, este concejal y portavoz se planteará no acudir a esas Juntas porque para mí, alguien que actúa como usted no me representa como alcalde. Su comportamiento, a todos los niveles, ha sido impropio de un alcalde durante toda la legislatura, pero la gota ya ha colmado el vaso.
PD: Si al de la moto de la foto le ponemos un coche de alta cilindrada pagada con dinero público y con todos los cacharritos para uso y disfrute personal, incluido el famoso "asiento braseril" como diría Josman, ¿a quién os recuerda?