
Encuentro un hueco en una ajetreadísima semana para escribir una líneas sobre lo que más me ha llamado la atención en estos días donde se han multiplicado los actos públicos con ocasión de la Semana de la Mujer, del recuerdo a las víctimas del 11 M, los coletazos finales a los Carnavales, la Matanza organizada por la Casa de Extremadura, etcétera. Y
con lo que me quedo es con el nerviosismo con el que de manera evidente se están comportando los gobernantes de Leganés y en especial su alcalde y su imprescindible "miniyo (IU)": Hay prisas por hacer brindis al sol como con lo del enterramiento de la C5 o el pacto por el empleo (¡si todos los problemas se arreglaran firmando un papel!), hay unas ansias irrefrenables por vender encuentros, actos con vecinos o soltar
propuestas tan demagógicas como descabelladas.
No cabe duda de que es el apretón del vago, ese empacho de última hora del mal estudiante que después de un curso de 4 años donde no ha hecho nada, ha tomado el pelo a todo el mundo y ha defraudado hasta a quienes parecía imposible defraudar, quiere ahora aprobar en un desenfrenado sprint final donde se ha perdido todo sentido de la decencia, del decoro y de ni tan siquiera una muy lejana aproximación a algo que se pueda llamar fair play.
Y la verdad es que este comportamiento tampoco es original en los políticos de Leganés. Es una lamentable tara de una gran parte de la casta política española.
Pero lo que sí que es peculiar en las tierras pepineras es comprobar cómo en este final de legislatura quienes ya lo ven todo perdido no escatiman esfuerzos, ni medios, ni infamias para arremeter contra ULEG. Un partido modesto al que durante todos estos años estos señores del PSIU han, en el mejor de los casos, insultado, menospreciado o marginado. Éramos el partido "unipersonal y familiar, aunque paradójicamente financiado por el club Bilderberg". Y de buenas a primeras y con profusión de portadas, reportajes y artículos a todo color nos están erigiendo, porque no se puede interpretar de otra manera este despliegue, en el David pepinero que va a tumbar a este Goliat perverso y corrupto que se ha adueñado de Leganés con su caterva de seres frikis donde no faltan desde enanos intoxicadores a mercenarios de la pluma que están dejando en buen lugar a
Audax, Ditalcos y Minuros .Y para estos últimos ya se sabe, "Roma no paga traidores".
Y lo curioso es que se están poniendo aún más nerviosos al ver que su estrategia de poner nerviosos a los demás les está saliendo rana. Están tan desesperados que hasta se impacientan para ver si escribimos un post arremetiendo contra este o aquel, como si necesitaran una ración extra de crispación o de basura para seguir sintiéndose vivos o con esperanza. Es lógico cuando no pueden alimentarse de propuestas, de proyectos, de ideas, de acciones que generen confianza y credibilidad.
Pero no es bueno para su salud política que se pongan tan nerviosos y tan antes de tiempo. Quedan más de dos meses para las elecciones y lo bueno siempre se hace esperar. Aunque parece que algunas dosis ya están empezando a surtir los primeros efectos. Y es que como ya he dicho en otras ocasiones, uno de los graves defectos de quienes han secuestrado en Leganés unas históricas siglas políticas y gobiernan de forma ilegítima gracias a las trampas electorales (tanto económicas como aritméticas), es la de que "quien se ha criado en el barro, se cree que todo es fango".