Cuando hablamos de tejido social, la primera imagen que se nos viene a la cabeza es la de las asociaciones de vecinos, las de consumidores o las ongs de cooperación. Pero el "tercer sector" es mucho más. Y dentro de ese amplio ámbito hay muchas entidades y asociaciones integradas por muchas más personas de las que podríamos imaginar. Son entidades que nos enriquecen a todos de una manera u otra con su actividad, hacen una labor sorda (o que no les gusta hacer ruido), no reconocida, o muy sectorial, por lo que no suelen salir en los "papeles".
Un caso paradigmático es el de la sección local de Leganés de la Unión de Radioaficionados Españoles. Su historia es larga y los agravios sufridos por los anteriores gobernantes también. Todo comenzó con el robo-expolio de las antenas que tenían en el polideportivo de Europa-El Carrascal. Desde entonces, como nos cuentan algunos de los afectados en nuestros foros y así hemos contrastado en diversas reuniones y comunicaciones con el propio presidente de la entidad en Leganés, D. José Vicente Callejo, todo han sido o capotazos o silencios desde la administración, o lo que es peor marginación total. Con esperanza asistían a la nueva legislatura confiando en que los nuevos gobernantes tendrían otra sensibilidad. Lamentablemente, parecen haber topado con lo que está siendo el DNI de los que llevan ahora las riendas de la ciudad: lentitud, parsimonia exasperante, ambigüedad, indecisión... Ahora el sentimiento no es el de enfado, es el de desilusión. Una desilusión que crece poco a poco en muchos ámbitos de la sociedad pepinera. Y eso que, como textualmente nos dicen desde los propios afectados: "las relaciones entre los responsables políticos de los ayuntamientos y los socios radioaficionados son siempre excelentes y aspiramos a llegar a este nivel con nuestros dirigentes". Pues eso. Mensaje transmitido.
Un caso paradigmático es el de la sección local de Leganés de la Unión de Radioaficionados Españoles. Su historia es larga y los agravios sufridos por los anteriores gobernantes también. Todo comenzó con el robo-expolio de las antenas que tenían en el polideportivo de Europa-El Carrascal. Desde entonces, como nos cuentan algunos de los afectados en nuestros foros y así hemos contrastado en diversas reuniones y comunicaciones con el propio presidente de la entidad en Leganés, D. José Vicente Callejo, todo han sido o capotazos o silencios desde la administración, o lo que es peor marginación total. Con esperanza asistían a la nueva legislatura confiando en que los nuevos gobernantes tendrían otra sensibilidad. Lamentablemente, parecen haber topado con lo que está siendo el DNI de los que llevan ahora las riendas de la ciudad: lentitud, parsimonia exasperante, ambigüedad, indecisión... Ahora el sentimiento no es el de enfado, es el de desilusión. Una desilusión que crece poco a poco en muchos ámbitos de la sociedad pepinera. Y eso que, como textualmente nos dicen desde los propios afectados: "las relaciones entre los responsables políticos de los ayuntamientos y los socios radioaficionados son siempre excelentes y aspiramos a llegar a este nivel con nuestros dirigentes". Pues eso. Mensaje transmitido.