Hoy hemos remitido a los medios de comunicación la encuesta sobre Situación Económica y social, Conocimiento de Candidatos e Intención de Voto en Leganés vamos, dejando al margen la jerga de sociólogos y estadísticos, un sondeo para saber quién formaría hoy el Ayuntamiento de Leganés.
Para los que no hayan todavía tenido ocasión de ver las principales conclusiones que hemos dejado colgadas aquí y en www.uleg.net, se podría decir que las estimaciones de voto a falta de 3 meses para el 27-M arrojan un resultados que pueden resultar sorprendentes o esperados, según se mire: 12 concejales PSOE, 10 PP, 3 IU y 2 ULEG.
Parece que el que no se presente el actual alcalde Pérez Ráez le ha venido bien al PSOE, que gana 1 concejal respecto a 2003. Pierde 1 concejal el PP y su candidata Bragado es la peor valorada por los vecinos de Leganés de los cuatro que entrarán en liza por la alcaldía: Gómez Montoya, Bragado, Calle y Delgado, quien les escribe.
Por lo que a mí respecta quiero ser prudente con las valoraciones. No deja de ser una encuesta, y como digo en el título, habrá que ver el 27 de mayo dónde están los ruidos y dónde las nueces. Pero sí se observan dos cosas: el desgaste en concejales del equipo de Gobierno (PSOE-IU), ya que pierde 1 concejal y la irrupción de ULEG con dos concejales.
"Despacito y buena letra" dicen nuestros mayores. Nosotros no firmamos ningún resultado, solo seguiremos trabajando para que los vecinos nos respalden más y más durante estos tres meses, porque como solemos decir el verdadero cambio en Leganés no vendrá de un intercambio de cromos PSOE-PP, sino porque un grupo de personas de la localidad sin etiquetas partidistas como es ULEG tenga el peso suficiente en el Ayuntamiento para que de una vez se haga política para los vecinos y no política los bolsillos.
Unión por Leganés (ULEG): El partido político independiente de los vecinos de Leganés
lunes, 26 de febrero de 2007
jueves, 22 de febrero de 2007
Apoyo al hospital Severo Ochoa, pero rechazo su uso electoralista
Defiendo y apoyo un servicio médico-sanitario universal y de calidad para todos los ciudadanos. Nuestra defensa de la sanidad es tan firme como obvia para cualquier persona u organización sensata. También considero que, como ha demostrado el consejero Lamela, el Hospital Severo Ochoa y la sanidad pública no ganan nada con el manoseo político.
Lamela pecó de irresponsabilidad y de precipitación, al no confiar en los trabajadores del Hospital y convertir meras sospechas en graves acusaciones, transformando el caso en un show e intranquilizando a pacientes y vecinos. A su vez, desde el PSOE se ha traducido esta mala gestión como una maniobra de la “derechona” para acabar con la sanidad pública. Esto también nos parece un juicio desmesurado e hipócrita. Sería tanto como afirmar que por criticar a un director de colegio o a un colegio se quiera exterminar la educación pública.
He apostado desde el principio por la prudencia, defendiendo que fuera el juez quien se pronunciara. Es la Justicia quien da y quita la razón, aunque no dejemos de ver sus múltiples defectos y por eso hay que luchas por su independencia. ¿Pero hay otra fórmula? En este sentido, apoyamos toda manifestación, reunión, encuentro, etc., que tenga un estimable objetivo: defender la sanidad pública, la calidad del servicio, más y mejores medios y profesionales... Ahora bien, no nos sentimos cómodos si se convocan con un sentimiento sectario y de confrontación, queriendo criminalizar a la Comunidad de Madrid (o a quien sea) y hacer de este asunto un conflicto electoralista. No es conveniente para el interés general jugar a una política de trincheras o al "conmigo o contra mí".
No creo que se mejore la sanidad con plataformas maniqueas, comidas "presuntamente benéficas y recaudatorias" o actuaciones que puedan ahondar en la lucha partidista. Al contrario, es imprescindible un debate responsable y consenso sobre sus recursos y medios económicos, técnicos y humanos.
Lamela pecó de irresponsabilidad y de precipitación, al no confiar en los trabajadores del Hospital y convertir meras sospechas en graves acusaciones, transformando el caso en un show e intranquilizando a pacientes y vecinos. A su vez, desde el PSOE se ha traducido esta mala gestión como una maniobra de la “derechona” para acabar con la sanidad pública. Esto también nos parece un juicio desmesurado e hipócrita. Sería tanto como afirmar que por criticar a un director de colegio o a un colegio se quiera exterminar la educación pública.
He apostado desde el principio por la prudencia, defendiendo que fuera el juez quien se pronunciara. Es la Justicia quien da y quita la razón, aunque no dejemos de ver sus múltiples defectos y por eso hay que luchas por su independencia. ¿Pero hay otra fórmula? En este sentido, apoyamos toda manifestación, reunión, encuentro, etc., que tenga un estimable objetivo: defender la sanidad pública, la calidad del servicio, más y mejores medios y profesionales... Ahora bien, no nos sentimos cómodos si se convocan con un sentimiento sectario y de confrontación, queriendo criminalizar a la Comunidad de Madrid (o a quien sea) y hacer de este asunto un conflicto electoralista. No es conveniente para el interés general jugar a una política de trincheras o al "conmigo o contra mí".
No creo que se mejore la sanidad con plataformas maniqueas, comidas "presuntamente benéficas y recaudatorias" o actuaciones que puedan ahondar en la lucha partidista. Al contrario, es imprescindible un debate responsable y consenso sobre sus recursos y medios económicos, técnicos y humanos.
lunes, 19 de febrero de 2007
Traslado de Tapón Corona ¿Es bueno para los leganenses?, de acuerdo.
Parece que el Ayuntamiento se decide a sacar la fábrica de Tapón Corona del centro de Leganés. Aquí está la noticia: http://www.elbuzon.es/frontend/elbuzon/noticia.php?id_noticia=29236&id_seccion=25
Me alegro y secundo, con reservas que luego explicaré, la iniciativa. Ya lo pedimos en su día y de hecho forma parte de nuestro programa electoral: http://www.uleg.net/modules.php?name=News&file=article&sid=128
El trato consiste en aumentar la edificabilidad de los terrenos para queTapón Corona pueda financiar el traslado de la fábrica a las afueras deLeganés. Aunque en los tiempos que corren, y ahí está la principal pega, hay que estar alerta ante cualquier sospechosa operación inmobiliaria.
Es probable que esta maniobra sea simplemente un “remake” de una vieja aspiración de los ladrilleros, y es que hace solo unos pocos años un promotor de la localidad quiso surgir como un Mesías del cemento que sería capaz de trasladar Tapón Corona… por supuesto que no sería gratis.
En cualquier caso, habrá que buscar una solución justa y difícil: que gane la empresa, ganen los trabajadores, que siguen en Leganés; gane Leganés, que no pierde ni empleo ni inversión; y ganemos todos, que nos ahorramos la bienvenida de olor a disolvente cada vez que nos bajamos en Leganés Central.
El alcalde, si la operación es transparente y no esconde motivos espúreos, tiene nuestro apoyo. Aunque sus socios de IU, para marcar unas falsas diferencias antes de las elecciones, parece que se desmarcan de la idea, intentando lo que es metafísicamente imposible: la cuadratura del círculo. Bien es cierto que teniendo cuatro años para desarrollar la idea no es muy lógico que entren las prisas a cien días de las elecciones.
Lo que admite poca discusión es que se debería aprovechar esta operación para soterrar de una vez las vías de Cercanías que parten nuestra ciudad en dos, levantar un bulevar en su lugar y aprovechar parte de los terrenos (que el solar de Tapón Corona es muy grande) para hacer vivienda social no especulativa (alquiler) y repoblar de jóvenes el centro. Sin olvidar el meter en el paquete los terrenos abandonados a su suerte, y a la de las ratas, por parte de la Comunidad de Madrid detrás del José Germain.
Vamos que proponemos un completo pacto municipal en toda regla sobre la materia más allá de los mercadeos y “chollos” de última hora que nos inundan por estas fechas electorales. También espero que todos los partidos apoyen la política de recuperar el centro para el ciudadano y sacar las fábricas a las afueras.
Me alegro y secundo, con reservas que luego explicaré, la iniciativa. Ya lo pedimos en su día y de hecho forma parte de nuestro programa electoral: http://www.uleg.net/modules.php?name=News&file=article&sid=128
El trato consiste en aumentar la edificabilidad de los terrenos para queTapón Corona pueda financiar el traslado de la fábrica a las afueras deLeganés. Aunque en los tiempos que corren, y ahí está la principal pega, hay que estar alerta ante cualquier sospechosa operación inmobiliaria.
Es probable que esta maniobra sea simplemente un “remake” de una vieja aspiración de los ladrilleros, y es que hace solo unos pocos años un promotor de la localidad quiso surgir como un Mesías del cemento que sería capaz de trasladar Tapón Corona… por supuesto que no sería gratis.
En cualquier caso, habrá que buscar una solución justa y difícil: que gane la empresa, ganen los trabajadores, que siguen en Leganés; gane Leganés, que no pierde ni empleo ni inversión; y ganemos todos, que nos ahorramos la bienvenida de olor a disolvente cada vez que nos bajamos en Leganés Central.
El alcalde, si la operación es transparente y no esconde motivos espúreos, tiene nuestro apoyo. Aunque sus socios de IU, para marcar unas falsas diferencias antes de las elecciones, parece que se desmarcan de la idea, intentando lo que es metafísicamente imposible: la cuadratura del círculo. Bien es cierto que teniendo cuatro años para desarrollar la idea no es muy lógico que entren las prisas a cien días de las elecciones.
Lo que admite poca discusión es que se debería aprovechar esta operación para soterrar de una vez las vías de Cercanías que parten nuestra ciudad en dos, levantar un bulevar en su lugar y aprovechar parte de los terrenos (que el solar de Tapón Corona es muy grande) para hacer vivienda social no especulativa (alquiler) y repoblar de jóvenes el centro. Sin olvidar el meter en el paquete los terrenos abandonados a su suerte, y a la de las ratas, por parte de la Comunidad de Madrid detrás del José Germain.
Vamos que proponemos un completo pacto municipal en toda regla sobre la materia más allá de los mercadeos y “chollos” de última hora que nos inundan por estas fechas electorales. También espero que todos los partidos apoyen la política de recuperar el centro para el ciudadano y sacar las fábricas a las afueras.
jueves, 15 de febrero de 2007
Si bebes... no abuses de tu cargo
Lo que ayer se anticipaba en el blog del periodista Alberto Gasco hoy (diario ABC) se ha confirmado con nombre y apellidos: el concejal socialista Florencio Izquierdo, minutos después de salir de un pleno municipal, tuvo un accidente de tráfico por el área de Valdepelayo. Hasta ahí, todo normal, ¿quién no ha tenido o ha estado cerca de sufrir un accidente? Al siniestro acude la Guardia Civil, ya que es una zona de su competencia, y, lógicamente, quiere hacer una prueba de alcoholemia.
A partir de aquí asistimos a un episodio de caciquismo de manual, a la demostración palpable de cómo el equipo que gobierna Leganés entiende la ciudad: como un cortijo particular donde hacer y deshacer a su antojo.
Resulta que al bueno de Florencio, por otra parte responsable del Urbanismo de Leganés, no le "mola" que la prueba se la haga la Benemérita. Ha bebido, lo sabe y quiere eludir la responsabilidad. No voy a hacer un juicio moral sobre el hecho de beber, incluso el de conducir con alguna dosis de alcohol ya que en este aspecto tampoco hay que ser hipócritas y rasgarnos las vestiduras quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. En cualquier caso, merecería un juicio cívico no político.
Ahora bien, lo grave, mejor dicho lo extremadamente grave viene ahora. Para eludir la prueba y el consiguiente castigo, el señor Izquierdo hace alarde de su condición de concejal, alza en voz en grito y enfrentándose a la Guardia Civil que quien tiene que venir son los policías municipales, y al parecer, llama al mismo concejal de Seguridad Ciudadana para que le eche un capote. Por fortuna, la Guardia Civil demuestra una gran dosis de profesionalidad y sigue adelante con la prueba y el resto del procedimiento. El concejal tiene en su sangre el triple de alcohol de lo permitido.
Reitero, lo que como candidato a la alcaldía por ULEG me indigna no es el que condujera bebido (aunque es reprochable sin duda) sino el que con su caciquil comportamiento abusara de su cargo e hiciera un uso espúreo del mismo para evitar la sanción. ¿Qué pretendía o daba a entender con su insistencia de que fueran los municipales quien le hicieran la prueba?
Creo que los hechos se explican por sí solos. Por un lado, que la Guardia Civil cometiera prevaricación por hacer la vista gorda, que los municipales también la cometieran y por otro, dejar claro que él es una especie de Rey de la ciudad, inatacable e irresponsable, por encima de la ley, algo que se deduce por su enfermiza reiteración en que vinieran los municipales, convertidos por lo que se ve en simples muñecos del poder.
Es triste, pero esto no es una anécdota, es todo un símbolo de lo que sucede en Leganés, donde la cosa pública se corrompe después de tantos años en el poder y se convierte en un negocio privado. Esto ha sucedido por haber bebido, ¿pero qué no habrá pasado y cuántos comportamientos similares que no han salido a la luz se han podido cometer en urbanismo, vivienda, deportes, obras...?
A partir de aquí asistimos a un episodio de caciquismo de manual, a la demostración palpable de cómo el equipo que gobierna Leganés entiende la ciudad: como un cortijo particular donde hacer y deshacer a su antojo.
Resulta que al bueno de Florencio, por otra parte responsable del Urbanismo de Leganés, no le "mola" que la prueba se la haga la Benemérita. Ha bebido, lo sabe y quiere eludir la responsabilidad. No voy a hacer un juicio moral sobre el hecho de beber, incluso el de conducir con alguna dosis de alcohol ya que en este aspecto tampoco hay que ser hipócritas y rasgarnos las vestiduras quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. En cualquier caso, merecería un juicio cívico no político.
Ahora bien, lo grave, mejor dicho lo extremadamente grave viene ahora. Para eludir la prueba y el consiguiente castigo, el señor Izquierdo hace alarde de su condición de concejal, alza en voz en grito y enfrentándose a la Guardia Civil que quien tiene que venir son los policías municipales, y al parecer, llama al mismo concejal de Seguridad Ciudadana para que le eche un capote. Por fortuna, la Guardia Civil demuestra una gran dosis de profesionalidad y sigue adelante con la prueba y el resto del procedimiento. El concejal tiene en su sangre el triple de alcohol de lo permitido.
Reitero, lo que como candidato a la alcaldía por ULEG me indigna no es el que condujera bebido (aunque es reprochable sin duda) sino el que con su caciquil comportamiento abusara de su cargo e hiciera un uso espúreo del mismo para evitar la sanción. ¿Qué pretendía o daba a entender con su insistencia de que fueran los municipales quien le hicieran la prueba?
Creo que los hechos se explican por sí solos. Por un lado, que la Guardia Civil cometiera prevaricación por hacer la vista gorda, que los municipales también la cometieran y por otro, dejar claro que él es una especie de Rey de la ciudad, inatacable e irresponsable, por encima de la ley, algo que se deduce por su enfermiza reiteración en que vinieran los municipales, convertidos por lo que se ve en simples muñecos del poder.
Es triste, pero esto no es una anécdota, es todo un símbolo de lo que sucede en Leganés, donde la cosa pública se corrompe después de tantos años en el poder y se convierte en un negocio privado. Esto ha sucedido por haber bebido, ¿pero qué no habrá pasado y cuántos comportamientos similares que no han salido a la luz se han podido cometer en urbanismo, vivienda, deportes, obras...?
lunes, 12 de febrero de 2007
El engaño como estrategia electoral
Esperanza Aguirre se desmarcó ya en 2005 con la promesa de llevar el metro a La Fortuna. Gesto que se agradeció en su momento pues suponía recoger,de una vez, una reivindicación vecinal histórica y solucionar una necesidad evidente del barrio. Aún recuerdo a los vecinos de La Fortuna haciendo autostop cuando hubo huelga de autobuses.
El problema es que Aguirre, y su candidata en Leganés, han convertido este tema en una plataforma de lanzamiento para su campaña en nuestra ciudad y no paran de anunciar promesas que luego no cumplen. Dijo que las obras empezarían en 2006 y es evidente que no han empezado.
Ahora dice que empezarán en marzo. Y el BOE la desmiente. El BOE cuenta, y ese no miente, que se sacan a concurso dos contratos cuya adjudicación previa es necesaria para el comienzo de las obras (vigilancia e inspección de las obras, y control de calidad de laconstrucción). Hagamos cuentas: si el plazo para presentar ofertas termina el 26 de marzo quiere decir que las obras no empiezan en marzo (salvo que las tuneladoras empiecen sin vigilancia). Sumemos plazos: las ofertas deben estudiarse (la documentación técnica, la administrativa, la oferta económica,...), luego debe reunirse una mesa para proponer la adjudicación, luego hay que adjudicar el contrato, hay que firmarlo y empezar a ejecutarlo. Conclusión: dudo mucho que las obras empiecen antes de mayo.
Lo que no dudo es que Aguirre vendrá a La Fortuna en plenas elecciones a poner alguna piedra (utilizar las obras que todos pagamos lo para hacerse autobombo es una constante de Aguirre y de nuestro Ayuntamiento), y me pregunto: ¿qué piedra va a poner? Si es de las obras lo hará sin vigilancia y control de calidad así que supongo que será una piedra cualquiera.
Aquí está el BOE:
http://www.boe.es/boe/dias/2007/02/07/pdfs/B01402-01403.pdf
El problema es que Aguirre, y su candidata en Leganés, han convertido este tema en una plataforma de lanzamiento para su campaña en nuestra ciudad y no paran de anunciar promesas que luego no cumplen. Dijo que las obras empezarían en 2006 y es evidente que no han empezado.
Ahora dice que empezarán en marzo. Y el BOE la desmiente. El BOE cuenta, y ese no miente, que se sacan a concurso dos contratos cuya adjudicación previa es necesaria para el comienzo de las obras (vigilancia e inspección de las obras, y control de calidad de laconstrucción). Hagamos cuentas: si el plazo para presentar ofertas termina el 26 de marzo quiere decir que las obras no empiezan en marzo (salvo que las tuneladoras empiecen sin vigilancia). Sumemos plazos: las ofertas deben estudiarse (la documentación técnica, la administrativa, la oferta económica,...), luego debe reunirse una mesa para proponer la adjudicación, luego hay que adjudicar el contrato, hay que firmarlo y empezar a ejecutarlo. Conclusión: dudo mucho que las obras empiecen antes de mayo.
Lo que no dudo es que Aguirre vendrá a La Fortuna en plenas elecciones a poner alguna piedra (utilizar las obras que todos pagamos lo para hacerse autobombo es una constante de Aguirre y de nuestro Ayuntamiento), y me pregunto: ¿qué piedra va a poner? Si es de las obras lo hará sin vigilancia y control de calidad así que supongo que será una piedra cualquiera.
Aquí está el BOE:
http://www.boe.es/boe/dias/2007/02/07/pdfs/B01402-01403.pdf
jueves, 8 de febrero de 2007
¿Por qué me metí en esto?
Es raro la verdad que alguien de mi edad y sin nadie detrás (ya sabéis: constructores, mafiosos, multinacionales, grupos extremistas…) más que mis compañeros, también gente joven por lo general, se embarque en esta aventura de la política y de querer ser el alcalde de todos los leganenses. Y sí, se puede decir que me interesaba la política.
Estudié Derecho y Ciencias Políticas en la Carlos III, ahí en Getafe, pero me aburría soberanamente el enfrentamiento partidista, ese ¡y tú más! al que nos tienen acostumbrados los políticos de siempre. Fue entonces cuando entendí que, cuando la mayoría de la gente se declara apolítica, en realidad, creo yo, lo que quiere decir es apartidista, porque la política, queramos o no, afecta a nuestras vidas continuamente: si se prefieren hospitales o carreteras, un parque para tu ciudad o para la de al lado, más o menos impuestos...
Estudié Derecho y Ciencias Políticas en la Carlos III, ahí en Getafe, pero me aburría soberanamente el enfrentamiento partidista, ese ¡y tú más! al que nos tienen acostumbrados los políticos de siempre. Fue entonces cuando entendí que, cuando la mayoría de la gente se declara apolítica, en realidad, creo yo, lo que quiere decir es apartidista, porque la política, queramos o no, afecta a nuestras vidas continuamente: si se prefieren hospitales o carreteras, un parque para tu ciudad o para la de al lado, más o menos impuestos...
Las trincheras
Me di cuenta de que la política no se agota en los extremos que nos venden: o eres del PP o del PSOE, o “rojo” o “facha”. Supe que todos tenemos opiniones, todos tenemos un modo de ver las cosas, unas prioridades, un criterio para distinguir lo que está bien de lo que está mal, y eso son nuestras ideas políticas. Me molestaba que con toda esa variedad de ideas los partidos juzgaran todas las propuestas y opiniones por el partido del que venían o por quién las pronunciaba. Supe que si entraba en política iba a ser fuera de esos partidos: no iba a dejar que se prejuzgaran mis ideas y propuestas por estar a un lado o en otro. No me gustan las trincheras ni el decir que no por el simple hecho de que quien lo propone “no es de los nuestros”. También entendía la política como algo cercano al ciudadano. No entiendo cómo se puede hacer política de salón, encerrado en despachos en Madrid a kilómetros de la gente a la que se representa. Por eso supe que me dedicaría a mi pueblo, a Leganés.
Ahora bien, podría dar mis opiniones, escribir, tratar de influir en quienes deciden pero corría el riesgo de engrosar las filas de esas personas que hablan de cambiar el mundo pero que no son capaces de hacer nada por el barrio en el que vive. En realidad, sólo escuchamos la opinión del que actúa y trabaja. ¡Había que pasar a la acción! Colaboré con asociaciones de vecinos como la de San Nicasio pero noté que su trabajo, aunque muy valioso, se queda lejos de influir de manera perdurable en las condiciones de vida de la gente. Las decisiones de peso siempre se toman en el Ayuntamiento, es ahí donde se “parte el bacalao”.
Y para tener peso o capacidad para cambiar las cosas era imprescindible participar a través de un partido político y llegar al Ayuntamiento, a esos círculos claves del poder y de las decisiones. Unos círculos donde los de siempre (PSOE-IU y PP) se han acostumbrado a mover todo a su antojo sin que nadie les tosa, abusando de la buena fe de las personas que aún les votan y aprovechándose de la inercia de unos tiempos que alimentan el conformismo.
Estos pensamientos son, por lo que recuerdo, lo que me llevó junto con otros leganenses, unos amigos y otros vecinos, que han acabado siendo también mis amigos, a crear Unión por Leganés, ULEG. Un partido donde reinan las ideas, el amor por el trabajo bien hecho y el deseo de mejorar nuestro pueblo sin escondernos o buscar justificaciones en etiquetas facilonas o discursos vacíos.
El nombre de ULEG es una larga historia, ya que no pudimos llamarlo UPL porque ya existía en León un partido con ese nombre. Aún recuerdo aquella mañana en el Notario, fundando con otros compañeros el partido. Y esa primera campaña, la de 2003 con mucha ilusión y un presupuesto de poco más de 1.000 euros. Un presupuesto que sería parecido al de 2007 si no fuera por el compromiso personal de quienes formamos ULEG de darlo todo en el intento. Entonces el lema fue “Una oportunidad para tu ciudad”, un eslogan que creo que aún sigue siendo válido porque los vecinos nos merecemos una oportunidad. De ahí nuestra frase de que “los leganenses pedimos paso”
martes, 6 de febrero de 2007
Supongamos que eres alcalde
Todos en algún momento u otro nos hemos preguntado o imaginado qué haríamos si ocupáramos un cargo de responsabilidad política. Analizamos y observamos a nuestros gobernantes y les vemos sus grandezas y miserias, y también nos damos cuenta de que si estuviera en nuestra mano, probablemente la vivienda, la limpieza de las calles, la seguridad, el empleo… estaría mejor.
Los que integramos ULEG también creemos que en Leganés se pueden hacer las cosas de otra manera. No negamos que se han hecho cosas, algunas buenas, pero coincidimos con miles de leganenses de que es la hora de dar un giro, de impulsar un nuevo Leganés. Y ese impulso solo lo puedes hacer tú. Adaptando la célebre frase del presidente de EE.UU, J.F. Kennedy, “no pienses en lo que Leganés puede hacer ti, sino en lo que tú puedes hacer por Leganés”
Estas líneas que hoy inauguramos nacen con esa pretensión. Nunca seremos nada sin ti, porque para nosotros la democracia no es sólo una palabra que queda bien. Por eso, te pedimos tu colaboración. Vecino, ¡Pásate a la política!
Los que integramos ULEG también creemos que en Leganés se pueden hacer las cosas de otra manera. No negamos que se han hecho cosas, algunas buenas, pero coincidimos con miles de leganenses de que es la hora de dar un giro, de impulsar un nuevo Leganés. Y ese impulso solo lo puedes hacer tú. Adaptando la célebre frase del presidente de EE.UU, J.F. Kennedy, “no pienses en lo que Leganés puede hacer ti, sino en lo que tú puedes hacer por Leganés”
Estas líneas que hoy inauguramos nacen con esa pretensión. Nunca seremos nada sin ti, porque para nosotros la democracia no es sólo una palabra que queda bien. Por eso, te pedimos tu colaboración. Vecino, ¡Pásate a la política!
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