
Pero hoy quiero detenerme en lo que es una desvergüenza absoluta, porque se oculta a la ciudadanía y hasta se permiten el lujo de negarlo más veces que San Pedro, además sin el más mínimo arrepentimiento (¡Qué cinismo el del Sr. García Blázquez!). Nos referimos a que con dinero público, con el que sale de los bolsillos de los vecinos de Leganés estamos pagando los abogados y procuradores que necesitan el Sr. Montoya o el sr. Hidalgo (el animador que cobra como un ministro) para defender en los tribunales sus despropósitos y cuestiones personales. Sí, sí, sus cuestiones personales porque o bien aluden a materias que no necesitan ser defendidas por letrado, ni mucho menos representadas por procurador, o se trata de polémicas que no afectan a los intereses de la ciudad o sus ciudadanos.
Me refiero, por ejemplo, a la demanda de rectificación que ha perdido La Plaza y Legacom por ser unos manipuladores. Son pleitos en los que encima están siendo humillados Montoya, Hidalgo y demás tropa, donde la Justicia los obliga a abonar las costas. Pues bien, no contentos con eso, también recurren la sentencia condenatoria (ayer me llegó la notificación). ¿Y quién va a pagar a los abogados y procuradores que van a sostener esta nueva barbaridad para salvar únicamente su ego? Pues efectivamente, usted, estimado vecino. ¿No se le revuelven las tripas el que se comporten así y de manera tan despótica y prepotente? ¿No creen que es como mínimo una malversación moral?
PD: En otro post hablaremos de los abogados y procuradores contratados (obvia decir que "a dedo") y de los vínculos familiares y "políticos" con el PSOE o con afines a Montoya.