Habíamos oído rumores pero hasta ayer no fue para nosotros oficial. Varios vecinos nos llamaron para denunciarnos indignados que este año no abría la piscina de Solagua. Nos pusimos inmediatamente en contacto con la delegación de Deportes y, muy atentamente, todo hay que decirlo, el concejal de Deportes nos confirmó que este año no abría. Asumía el error de no haberlo anunciado con tiempo ya que daba por sentado que era vox populi debido a que se había estado difundiendo de manera informal, aunque se había dado cuenta que no había sido suficiente. Eso sí, explicó que se tomarían medidas en este aspecto.
Las malas lenguas culpaban de este cierre a que se quería especular con el terreno que alberga una de las piscinas con más encanto y solera de Leganés (tampoco hay mucho donde elegir ya que solo nos queda el Carrascal y la pecera de La Fortuna) para hacer chalés y campos de golf, destruyendo todo el entorno natural... Según nos comentó el concejal de Deportes este cierre no se debía a esto y era sólo algo provisional porque las instalaciones estaban hechas una pena y que de hecho se estaba poniendo en marcha un proyecto para su acondicionamiento integral que incluiría nuevos y mejores accesos y una posible instalación acuática tipo spa para la zona que ocupaba el antiguo camping.
Hasta aquí todo correcto. Ahora bien ¿Cómo no se ha informado de esto con transparencia y con todo lujo de detalles? De otras cuestiones mucho menos importantes no nos cansamos de ver informaciones por parte del equipo de gobierno. Por otro lado, si las instalaciones estaban obsoletas y eran un desastre ¿por qué se han abandonado tan descaradamente durante todos estos años (vid nota de prensa del año pasado) y por qué durante este invierno no se han hecho los deberes? Tiempo ha habido de sobra y esto es una nueva muestra de imprevisión.
Luego mucha fanfarria con lo de la Fundación para el Deporte, con las calefacciones ultramodernas de La Cantera y demás zarandajas, pero resulta que una ciudad de 200.000 habitantes se tendrá que conformar con una sola piscina, ya de por sí masificada y también objeto de numerosas críticas. Y luego queremos ser Gran Ciudad, pero con estos mimbres poco cesto se puede hacer. Siempre nos quedará la alberca del pueblo, ¿no?