Ninguna palabra puede describir la atrocidad perpetrada por el terrorismo islámico en nuestro país vecino. Bien lo sabemos en España por haber sufrido terrorismos de diverso cuño. La congoja que sentimos y las muestras de solidaridad y condolencia que se extienden por todas las partes del planeta no recuperarán las vidas de las decenas de personas asesinadas víctimas de la sinrazón, pero sí nos dicen que el ser humano está unido contra la barbarie. La libertad de todos está gravemente amenazada por la falta de escrúpulos de los poderosos y por el extremismo y el fundamentalismo ideológico y religioso. Lo que está sucediendo cada día en lugares que se nos antojan lejanos ya lo tenemos en las puertas de nuestra casa. Cualquier día podría ser Leganés. Ya lo fue un 11M de 2004.
Es la hora de redoblar los esfuerzos a todos los niveles, ir a la raíz del mal y actuar con contundencia. Combatamos el relativismo moral y no olvidemos los valores que dignifican a nuestra especie y dan sentido a la civilización occidental. El hombre no puede ser un lobo para el hombre sino, como reza el lema de la Universidad Carlos III donde me formé, una cosa sagrada. Debemos mentalizarnos de que este desafío demandará sacrificios, como siempre ha sucedido en la conquista por un mundo mejor que dejar a nuestros descendientes.
Unidos y firmes será menos complicado. Nuestro pésame desde Unión por Leganés-ULEG y nuestro compromiso, desde nuestra modesta posición, para defender sin desmayo la vida y los derechos de todos.
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