Huele a Tamayazo en Leganés. La teoría del convento y el "ande yo caliente"

El año ya expira y parece que el panorama político pepinero se ha quedado en "stand by". Pero solo es un efecto óptico, en las alcantarillas del poder se están moviendo hilos para que excaciques, caciques actuales y aspirantes a cacique disfruten de algún trozo de tarta, al menos prueben las migas o que, como mínimo, le recuerden que si no colabora no le perdonarán las facturas pendientes. En ULEG ni nos asomamos a esos mundos subterráneos, pero eso no es óbice para que conozcamos que existan y estemos muy bien informados de lo que se cuece. Y por supuesto, lo iremos contando porque si algo nos caracteriza es que no nos mordemos la lengua ni tenemos hipotecas. Es lo bueno de ser independiente, aunque bien que nos cuesta tener que ir a los juzgados a defender la verdad.

A nadie se le escapa que en las postrimerías de la legislatura y ante un incierto, (para algunos, porque en ULEG sabemos que seremos los más votados), panorama electoral los nervios están a flor de piel. Llámese el asunto Legatec, La Cubierta, gasolineras, macrogym en Vereda de los Estudiantes, la piscina Solagua, el anteproyectos de polideportivo en Leganés Norte, instalaciones de Butarque, recalificaciones de suelo, contratas municipales..., son muchas las cuestiones en las que el gobierno del PP ha dejado muchos cabos sueltos y el tiempo les aprieta y les apremia. Necesitan un "conseguidor" político dentro del Pleno Municipal. Y ahí aparece la figura de quien ya fuera del convento, no tiene reparo en decir que "se lo hará dentro". Revisen los últimos plenos y juntas generales de Emsule, estudien declaraciones (o silencios) y comprobarán las ganas de perpetrar un Tamayazo en toda regla en Leganés. "Fuera hace mucho frío", se oye decir, y más me imagino para quien no ha conocido otra cosa en su vida que la poltrona política. El escándalo sería mayúsculo, pero poco importa. "Ande yo caliente y ríase la gente", pensará.

Quizá todo quede en nada y al final triunfe la sensatez y un mínimo decoro político, pero esto es Leganés y a este lado de la M40 todo es posible. Pase lo que pase, una cosa será segura: ULEG informará de todo ello con pelos y señales, caiga quien caiga, moleste a quien moleste. Y el que avisa no es traidor.

La transparencia en lo que es de todos y afecta a todos no es solo un derecho ciudadano, sino una exigencia en una sociedad democrática y una obligación para los que creemos en el servicio público. Las inocentadas, para el 28 de diciembre. Y ya pasó.