Hoy se ha producido un hecho lamentable que no hay que tomar a broma precisamente. No hay argumento que justifique que alguien quiera estrellar un coche en la sede de un partido político, en este caso el PP, sea con bombonas de butano o con lo que sea. Sólo quien ha llenado su estómago de bilis o de otras sustancias de corte etílico, aprendices de nazis o simplemente mezquinos con tacataca mental que requieren atención psicológica pueden poner paños calientes con un "quien siembra vientos recoge tempestades" o frases de corte similar.
Tampoco es de recibo faltar el respeto a las personas mayores. Parece que para algunos ahora tener más de 60 años (sexagenario en terminología ahora de moda) ya le convierte a alguien en un inútil, en mudo, en un mueble que tropieza con motos, en una garrota ambulante sin rumbo ni criterio. Este tipo de seres que tienen esta percepción de sus mayores cualquier día se ponen a excusar a aquellos que esterilizaban a quienes consideraban inferiores o aplicaban soluciones finales.
Las libertades y los derechos hay que defenderlos cada día con uñas y dientes, porque cada retroceso en los mismos es un espacio que se está dejando a los espíritus totalitarios y castradores. Por eso hay que ser implacables contra aquellos comportamientos y actitudes que descafeínan la violencia o que de manera dictatorial y caciquil conculcan los derechos fundamentales más básicos en una democracia, como el de participación política o el de libertad de expresión. Algo que volvió a suceder ayer en el pleno municipal. Mucho miedo hay en todo lo relacionado con la tala de árboles de Solagua y mucho miedo hay en que se termine sabiendo todo de las amenazas de muerte que recibí de un afiliado del PP de Leganés. Y mucho miedo hay en otras filas políticas. Es lo que tiene tener facturas pendientes.
En ULEG no tenemos hipotecas y por eso no nos dedicaremos a talar árboles sanos, sino a talar a los golfos y corruptos que hay en Leganés, y lo haremos contra viento y marea y por mucho coste personal que nos pueda suponer, porque como cito por enésima vez a Burke, "para que el mal triunfe solo hace falta que los hombres buenos no hagan nada". Y ULEG no se ha quedado nunca, se queda, ni se quedará sin hacer nada.
1 comentario:
Sublime post. Ahora hay que esperar a que el de siempre se ponga borracho y comience a decir tonterías, no tardará demasiado, apenas son las 21.10, quedan tres o cuatro horas.
Aun así dará igual, en 5 meses todos los borrachos, gordos anacletos y zorritas de medio pelo volverán a despertar del sueño en el que se introdujeron hace 4 años.
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