Del Tamayazo al Montoyazo, la muerte de un PSOE con verdaderos socialistas huérfanos

No es la primera vez que he puesto en valor los aspectos positivos que el PSOE ha traído a nuestro país desde su fundación hace más de 100 años. Es obvio que en una historia centenaria hay episodios oscuros, incluso muy negros, pero ello no echa por tierra la lucha de esas personas que se han deslomado y jugado la vida por conseguir una mejor calidad de vida para los trabajadores, para que los más desfavorecidos tuvieran acceso a la educación, a la salud... También recuerdo a los concejales y cargos del PSOE que han dado la vida por defender las libertades y la democracia ante el terrorismo de ETA. El socialismo democrático ha sido y es un pilar fundamental para que haya triunfado la idea de que la dignidad de una persona no se mide por el tamaño de su bolsillo, el origen familiar o la cuna, tu condición o identidad sexual o tu raza. Junto con el liberalismo (el de verdad, no el apócrifo de gente como Esperanza Aguirre) conforman los dos grandes afluentes que convergen en ese estado social y democrático de derecho que fraguó en las sociedades occidentales después de la II Guerra Mundial y que ha podido ser el periodo de mayor prosperidad y avance social en la historia de la Humanidad.

Ese enorme respeto que tengo hacia esos verdaderos socialistas, como siento respecto a los verdaderos liberales y no a estos secuestradores de valores que son los que rigen ahora los destinos del PP a todos los niveles, me obliga a no callarme ante la enorme felonía, la golfada política vivida ayer en el Pleno del Ayuntamiento de Leganés y perpetrada por 5 concejales "socialistas".

No voy a criticar que se salten la disciplina de su propio partido, del PSM, allá ellos en su disciplina y organización interna. Pero sí tengo que condenar enérgicamente la traición. La tración a los trabajadores de CocaCola, la traición a los principios supuestamente socialistas, la traición a valores como la honradez, la credibilidad, el valor de la palabra dada, la traición a toda una ciudad... Y todo por unos motivos absolutamente extrapolíticos, porque desde la política es inexplicable lo que hicieron ayer Rafael Gómez Montoya, Emilia Quirós, Pedro Atienza, Ana Massó y Luis Martín de la Sierra. Porque ayer no se cometió un ilícito político, se cometieron 3 y se barrunta que será el inicio de otros muchos más:

1) Se permite al PP que saque adelante un proyecto oscuro, especulativo y lleno de turbios intereses como es Legatec, del que ya detallamos 10 poderosas razones por las que habría que oponerse. Mienten, porque es una media verdad, a la ciudadanía cuando se dice que la abstención de ayer es lo que siempre ha hecho el PSOE con ese asunto. Ayer fue la primera vez que se sometía a Pleno el Plan Parcial, donde basta la mayoría simple y una abstención es como un voto a favor. Las otras ocasiones era un Plan de Sectorización, donde es necesaria una mayoría absoluta y una abstención es como un voto en contra. Estos 5 "Tamayos" sabian muy bien lo que hacían y lo que representaba y ni siquiera barajaron la posibilidad de una salida digna votando que el asunto se quedara sobre la mesa y se pospusiera la votación. Decidieron, sin importarle nada más que ellos mismos, que ayer era el día de "una vez rojo, mejor que ciento amarillo". Pero creo que será el negro el color que más les simbolice.

2) Se aprueba con el PP una ordenanza de gasolineras muy polémica donde el señor Gómez Montoya ha suscrito punto por punto las tesis de un determinado sector de los empresarios (más bien uno solo) de gasolineras y ha "liderado" una normativa que ya nace con un grave vicio que destruye las buenas intenciones originales. Tanto ULEG como IU la hemos votado en contra porque una norma como esta debe conciliar muchos intereses y contar con el respaldo de las entidades vecinal y no puede ser un dictado del lobby de turno. Ya adelantamos que ULEG modificará esta ordenanza en cuanto gobernemos.

3) Se le aprueba al PP que un cargo de confianza del PP, el director de Deportes, conocido militante, tenga otro trabajo y otro sueldo. Una compatibilidad a la que siempre el PSOE se había opuesto. ¿Esto va por los 15.000 empleos de Legatec? ¿Ya solo hay que conseguir 14.999?

¿Por qué Rafa? ¿Por qué Emilia? ¿Por qué Pedro? ¿Por qué Ana? ¿Por qué Luis? ¿Por qué hace muy pocos meses esto no lo hacíais? ¿Por qué empezáis a hacer cosas raras en cuanto perdéis las primarias? ¿Por qué ahora sí queréis pactar con el PP asuntos como La Cubierta, Emsule, recalificaciones de suelo? ¿Por qué os escudábais en que haríais lo que dijera el PSM y cuando os lo ordena incumplís y rompéis a vuestro partido?

Ahora se entiende vuestra cerrazón a la moción de censura. Ayer vuestra compañera Laura Oliva decía que la pregunta adecuada no era ¿Por qué? Sino ¿Por cuánto? Pero me resisto a pensar así. ¿Quiere esto decir que el socialismo representado en Leganés está dominado por los intereses personales, patrimoniales, egoístas, de pulsos por el poder? ¿Es todo por el caso Facturas? ¿Alguien se puede creer que este suicidio político que habéis cometido y ese asesinato a vuestro propio partido es a cambio de nada? Que pena para esa buena gente que aún cree en esos ideales que, entre Tamayazos y Montoyazos, os dedicaís a destrozar.

Leganés necesita esas ideas positivas que están en el corazón del mejor socialismo democrático. Es evidente que en el PSOE de Leganés hay mucha gente que las tiene, pero ninguno está entre los que lo dirigen y representan. Del mismo modo que Leganés necesita esas ideas positivas que están en el corazón del mejor liberalismo democrático y  que en el PP de Leganés mucha gente las tiene, pero ninguno está entre los que lo dirigen y representan. Sí les puedo asegurar que esas ideas y otras buenas para la gente son y serán muy bien defendidas por un partido independiente, vecinal y local como Unión por Leganés-ULEG, donde nunca nos enconderemos en las siglas para perpetrar fechorías.

Quedan poco más de 100 días para las elecciones del 24 de mayo y aunque lo de ayer fue un palo duro para la gente que tenemos convicciones, también es un enorme revulsivo para que nos ilusionemos con una nueva forma de hacer política. Esa que predicamos y practicamos desde ULEG.