Leganés y los impuestos

¿Es Leganés uno de los municipios donde más tributos hay y donde los ciudadanos soportan una mayor presión fiscal? Son diversos los datos que ubican a Leganés, al menos, entre las 5 primeras localidades madrileñas por su presión fiscal. Se han elaborado reportajes en el diario 20 minutos o en el semanario Crónica Madrid que avalan esta tesis.

En cualquier caso, para mí la pregunta clave no es qué municipio es el más “confiscador”, ya que en la arena municipal entran en juego los más diversos tributos: IBI, el impuesto de vehículos de tracción mecánica (IVTM), diversas tasas (como la de la tasa de basura o la que grava la posesión de mascotas, etc.), las contribuciones especiales y los diversos precios públicos que se aplican cuando se presta un servicio municipal... Y es que no todos los municipios tienen el mismo repertorio de tributos. Ahí tenemos la tasa de basura que solo se aplica en unos 10 municipios de la comunidad, en su mayoría del PSOE o de IU, aunque también hay que recordar que en Serranillos del Valle, gobernada por el PP, también hay tasa de basura.

En este contexto hay que añadir otra variable: el porcentaje de tributos en función del nivel de renta. Es decir, no es lo mismo y no se debería valorar igual a Humanes que a Boadilla del Monte. Por todo ello, la pregunta que formulo y que creo que es la que todos los vecinos nos debemos hacer es: ¿Recibimos los vecinos de Leganés unos servicios acordes a los tributos que abonamos?

A mi juicio, es indudable que no, que en Leganés, con un presupuesto municipal si incluimos a las empresas públicas (EMSULE y LEGACOM) que supera los 50.000 millones de pesetas, no recibimos unas prestaciones de calidad ni la ciudad está a la altura. Basta con compararse con Getafe para ver cómo un municipio al que superábamos en todos los parámetros hace 15 años ahora nos adelanta en casi todo. Tampoco podemos olvidar que la tasa de basura ha sido declarada no conforme a derecho en lo que se refiere a los años 2001 y 2002 y que sólo el empecinamiento y el fraude de ley está impidiendo que se devuelva esos importes a los vecinos.

Y vuelvo a la pregunta original y le añado otra ¿es la mejor forma de gestionar los recursos municipales el utilizarlos para tener en nómina a 30 puestos de confianza asignados a dedo y que suponen a las arcas municipales más de 130 millones de pesetas anuales? ¿Lo es el destinar más de 250 millones en un reloj para la Plaza Mayor? ¿y los viajes “solidarios”? Eso sin entrar en el derroche en unas más que cuestionables estatuas y esculturas, el despilfarro en los programas de participación ciudadana donde brilla con luz propia su ausencia (de participación claro), los 2140 euros pagados a asesores nombrados a dedo para tratamientos odontológicos… Porque este Ayuntamiento no tiene ningún reparo en caer en el más burdo cinismo o demagogia cuando descalifican como insolidarios o que se quiere acabar con los servicios públicos a aquellas personas que les destapan sus desvergüenzas porque creemos que si el dinero de cada uno es sagrado el público lo es en mayor medida. Son los mismos a los que no les entra en sus mentes que el gasto se puede gestionar de una manera más profesional, y en lo auténticamente necesario y no por mercadeo político.

En este sentido, no hay mayor mentira que una verdad a medias y afirmar que el Ayuntamiento “congela” los impuestos es una patraña, ya que lo que en realidad hace es actualizar los impuestos aplicándoles la subida del IPC. Resulta curioso que es lo mismo que se hace con las pensiones a los jubilados, pero ahí no se dice que “hemos congelado las pensiones” sino que “garantizamos el poder adquisitivo a nuestros abuelos”...

Por no hablar de las publicitarias bonificaciones y demás palabrería que tan bien suena porque parece que vamos a pagar menos. En la mayoría de los casos no se hacen efectivas porque no hay quien esté en la situación que da derecho a las mismas. O las sábanas propagandísticas en los diversos medios de comunicación del Sr. Calle, “dueño” de EmsIUle, dando a entender que es su bolsillo el que permite que se construya vivienda pública. Aunque tampoco sé de qué se enorgullece cuando no es capaz de satisfacer ni al 4% de la demanda (bien es cierto que en esta materia pocos pueden sacar pecho, sean del partido que sean). ¿Seguimos?