martes, 8 de mayo de 2007

Inmigración y Leganés

La inmigración es uno de esos temas calientes que sobrepasan los límites municipales, si bien, todos podemos poner nuestro granito de arena. Apuesto por un debate no demagógico o hipócrita sobre esta materia porque ni la solución es "echarlos" ni "que entren todos".

Además, abundan en este asunto tópicos de un lado y de otro que habría que analizar en profundidad: “los inmigrantes nos pagarán las pensiones”, “los extranjeros quitan el trabajo a los españoles”, “contribuyen al crecimiento económico”, “pagan como los demás”, “son todos delincuentes”… Con la inmigración, como con el resto de fenómenos con relevancia económica hay quienes ganan y quienes pierden. Lo peor es ponerse vendas en los ojos.

Por lo que a mí respecta, y como defensor de la argumentación racional y no de los lemas baratos de pancarta y mercadillo, creo que lo peor es descalificar a los razonamientos con insultos, ya sea del tipo “eres un racista”, “ignorante”, “rojo señorito”, “ingenuo” o similar. ¿Por qué hay miedo a hablar claro?

Voy a intentar hacerlo: En primer lugar cuando hablamos de inmigrantes lo hacemos de personas, de seres humanos que, en muchos casos, huyen de unas malas condiciones de vida. Ahora bien, es su deber integrarse en el modelo de convivencia que tenemos en España y contribuir al progreso.

En ULEG no creemos que haya que ser tolerante con todo bajo la excusa de que "es otra cultura". El mirar para otro lado y no aplicar con rigor la ley o atajar los problemas de convivencia, de explotación laboral, de entradas irregulares al país… ya sabemos lo que trae: lo que pasó en Francia o recientemente en Alcorcón.

Creemos que hay prácticas que son un insulto a los derechos humanos. Por eso, creemos que hay que ser intransigentes con aquellos inmigrantes que vulneran esto: delincuentes, que discriminan y maltratan a las mujeres, generan molestias a los vecinos con comportamientos incívicos, no pagan sus impuestos y se aprovechan del esfuerzo colectivo... Y ante eso no nos debe templar el pulso para adoptar medidas contundentes. Y que no nos engañen, porque si con el PSOE la política migratoria ha sido un desbarajuste teñido de buena voluntad irresponsable, nunca han entrado tantos inmigrantes como en la época del PP, cuyos dirigentes nunca ha puesto reparos a que vengan miles de personas a currar por dos duros para sus negocios empresariales, limpiarles sus chalés y a ponerles su pacharán en el mesón de la Moraleja.

Nosotros apostamos por dos vías: La integración de los inmigrantes y el cumplimiento estricto de la ley, sin privilegios injustificados para unos u otros colectivos. A ello hay que sumar acuerdos bilaterales con los países de origen y una política concertada en el seno de la UE. Además, las normas deben orientarse con un doble fin, a lo poli bueno y poli malo. Ayuda y colaboración con el inmigrante que desea prosperar y mejorar España y expulsión al criminal y al aprovechado. Y en este aspecto tampoco me olvido de los empresarios españoles que hacen negocio abusando de los seres humanos. En este sentido, no sería muy descabellado estudiar el que el empresario español pagara una cuota social específica (llámenla como quieran) al contratar inmigrantes o el contrato de integración del que hablamos en nuestro programa electoral. De todas maneras, no deja de ser una propuesta. Mi verdadero deseo es que en Leganés se pueda hablar y afrontar cualquier asunto en libertad gracias al esfuerzo de todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Carlos:
Te quiero agradecer la valentía que demuestras al sacar este espinoso asunto.
Los paises con mayo tradición democrática están asustados con la irresponsable política inmigratoria de los gobiernos del PP Y Psoe. Es mentira que nuestra economía necesite la mano de obra inmigrante. Por dos razones: Tenemos la tasa de actividad femenina muy baja con respecto a la media de la UE y del paro laboral no hablo...
Aquí se están beneficiando los empresarios explotadores y los rufianes de la pobreza que se esconden en ciertas ONG¨s.
Todo este fenómeno hace que tengamos según los ultimos estudios el mismo poder adquisitivo que en el año 1997. A pesar del importante crecimiento del PIB.
Por ultimo ya es de traca el discriminar,como se esta haciendo, al necesitado pepínero en favor de los recien llegados.
Inmigración Sí. Pero sólo la que nos aporte capital humano. No a la que nos impida ayudar al necesitado
nativo.
Es un tema complicado de analizar en pocas lineas. Pero si aprovecho a denunciar los problemas que tienen los estudiosos valientes. ¿Hay libertad de expresión? A veces resulta difícil de creer que sí.
Saludos y suerte el día 27.
Javier.

Anónimo dijo...

Las cosas hay que decirlas tal y como son, y tú lo has hecho perfectamente.

Me sumo al primer comentario, en que la inmigración discrimanada ha beneficiado fundamentalmente a empresarios sin escrúpulos que se benefician de tener mucho más mano de obra, para seguir pagando salarios infra-mileuristas...

Cuántas mujeres hay, que no se atreven a quedarse embarazadas, por miedo a que el empresario las eche a la calle... o que cobran menos que un hombre en las mismas condiciones de trabajo 'porque sí'...

La mentira de 'pagarán nuestras pensiones', se desmonta cuando uno se da cuenta de que la mayoría trabaja sin contratos, o con nóminas por las que cotizan lo mínimo, cobrando el resto del salario en dinero negro... poca ayuda dan cotizaciones así, cuando además son beneficiarios de ayudas sociales por ser 'desfavorecidos'...