lunes, 4 de noviembre de 2019

Santiago Llorente, en modo Kim Jong-un pepinero

Hoy, sumándose a a la nota de prensa remitida a los medios, hemos registrado este escrito en defensa de la recuperación de la normalidad democrática del ayuntamiento de Leganés y poner coto a los tics autoritarios que está adquiriendo de manera exponencial el alcalde "socialista" Santiago Llorente, como su decisión de celebrar plenos a puerta cerrada, medida desproporcionada e ilegítima que amenaza con ser una decisión que se perpetúe en este mandato. ULEG, como partido líder de la oposición y única alternativa real a las políticas que han dominado 36 de los 40 años de la reciente historia democrática de nuestra ciudad, estamos en la obligación de poner pie en pared ante ciertas situaciones y aportar sentido común a una política cada vez más desquiciada y alejada de su razón de ser: contribuir a mejorar la calidad de vida de la gente.


A la Secretaría General del Ayuntamiento de Leganés y al alcalde-presidente

A los efectos legales oportunos:
Las sesiones plenarias son públicas por mandato legal (art. 70 LBRL), siendo un derecho del  vecino asistir a las mismas en vivo y en directo. Si alguien interrumpe, el alcalde puede desalojarlo, siendo la decisión de suspender un pleno y celebrarlo a puerta cerrada lo que popularmente se dice “matar moscas a cañonazos”, una medida desproporcionada, cobarde  e ilegítima con la que en realidad lo que se pretende es silenciar a una Oposición que, por respeto a la democracia, se opone a esta medida. El alcalde, conocedor de esta situación está actuando de una manera flagrante en fraude de ley y contra el sentido común.
Celebrar plenos a puerta cerrada no está pensado para cuando hacen ruido unos "peligrosos" padres de escuelas infantiles o de la Escuela de Música, sindicalistas o personas sin techo (en las gradas además no caben más de 30), sino para situaciones muy delicadas de alteración del orden público y por fuerza mayor (como así establece la legislación). En realidad, lo que hace el alcalde con el respaldo de Leganemos y Cs es forzar situaciones para hurtar a la oposición y a los vecinos el control democrático a su gobierno. Y siendo grave lo perpetrado es tanto o más el que se aproveche esta maniobra para debatir y votar iniciativas políticas sin estar presentes los grupos políticos proponentes. ¿Cabe mayor atropello? ¿Quién es el alcalde para disponer y asumir el control sobre mociones e iniciativas que no son suyas?

Desde ULEG, como principal partido de la Oposición y segunda fuerza política de la cámara, se advierte de que se está vulnerando el derecho fundamental a la participación política, y alertamos tanto al alcalde como al secretario del pleno de las consecuencias penales, como la prevaricación, que podría acarrear esta situación porque celebrar así los plenos a puerta cerrada es una maniobra claramente fraudulenta. ¿Se imaginan que en el Congreso de los Diputados o en la Asamblea de Madrid se celebrasen los plenos a puerta cerrada por las protestas del público? Estas protestas también suceden y se toman las medidas que corresponden y no la de llevar a la cámara a escondidas a otra sala.

Por ello, conminamos al alcalde a que reconsidere su actuación, responda con inteligencia política y mano tendida a las causas subyacentes a las protestas ciudadanas y trabaje por recuperar la normalidad democrática a la institución y a que, como mínimo, dé marcha atrás a lo perpetrado en el pleno celebrado el pasado 17 de octubre de 2019 y vuelva a incluir en el orden del día que se celebrará el próximo 14 de noviembre todas las mociones que no pudieron ser defendidas por los grupos proponentes, cuando se dio la ilegal e ilegítima circunstancias de que se votaran, yendo contra los propios actos de esta administración en idénticas circunstancias en casos anteriores y actuando de manera contradictoria al sí dejar sobre la mesa interpelaciones y comparecencias.
Leganés, 4 de noviembre de 2019.

Fdo. D. Carlos Delgado Pulido. Portavoz del Grupo Municipal de Unión por Leganés-ULEG

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