Hoy, sumándose a a la nota de prensa remitida a los medios, hemos registrado este escrito en defensa de la recuperación de la normalidad democrática del ayuntamiento de Leganés y poner coto a los tics autoritarios que está adquiriendo de manera exponencial el alcalde "socialista" Santiago Llorente, como su decisión de celebrar plenos a puerta cerrada, medida desproporcionada e ilegítima que amenaza con ser una decisión que se perpetúe en este mandato. ULEG, como partido líder de la oposición y única alternativa real a las políticas que han dominado 36 de los 40 años de la reciente historia democrática de nuestra ciudad, estamos en la obligación de poner pie en pared ante ciertas situaciones y aportar sentido común a una política cada vez más desquiciada y alejada de su razón de ser: contribuir a mejorar la calidad de vida de la gente.
A la
Secretaría General del Ayuntamiento de Leganés y al alcalde-presidente
A los efectos legales
oportunos:
Las sesiones
plenarias son públicas por mandato legal (art. 70 LBRL), siendo un derecho
del vecino asistir a las mismas en vivo
y en directo. Si alguien interrumpe, el alcalde puede desalojarlo, siendo la
decisión de suspender un pleno y celebrarlo a puerta cerrada lo que
popularmente se dice “matar moscas a cañonazos”, una medida desproporcionada,
cobarde e ilegítima con la que en
realidad lo que se pretende es silenciar a una Oposición que, por respeto a la
democracia, se opone a esta medida. El alcalde, conocedor de esta situación
está actuando de una manera flagrante en fraude de ley y contra el sentido
común.
Celebrar
plenos a puerta cerrada no está pensado para cuando hacen ruido unos
"peligrosos" padres de escuelas infantiles o de la Escuela de Música,
sindicalistas o personas sin techo (en las gradas además no caben más de 30),
sino para situaciones muy delicadas de alteración del orden público y por
fuerza mayor (como así establece la legislación). En realidad, lo que hace el
alcalde con el respaldo de Leganemos y Cs es forzar situaciones para hurtar a
la oposición y a los vecinos el control democrático a su gobierno. Y siendo
grave lo perpetrado es tanto o más el que se aproveche esta maniobra para debatir
y votar iniciativas políticas sin estar presentes los grupos políticos
proponentes. ¿Cabe mayor atropello? ¿Quién
es el alcalde para disponer y asumir el control sobre mociones e iniciativas
que no son suyas?
Desde ULEG, como principal partido de la
Oposición y segunda fuerza política de la cámara, se advierte de que se está vulnerando el derecho fundamental a
la participación política, y alertamos tanto al alcalde como al secretario
del pleno de las consecuencias penales, como la prevaricación, que podría
acarrear esta situación porque celebrar así los plenos a puerta cerrada es una
maniobra claramente fraudulenta. ¿Se
imaginan que en el Congreso de los Diputados o en la Asamblea de Madrid se
celebrasen los plenos a puerta cerrada por las protestas del público? Estas
protestas también suceden y se toman las medidas que corresponden y no la de
llevar a la cámara a escondidas a otra sala.
Por ello, conminamos al alcalde a que reconsidere su
actuación, responda con inteligencia política y mano tendida a las causas
subyacentes a las protestas ciudadanas y trabaje
por recuperar la normalidad democrática a la institución y a que, como
mínimo, dé marcha atrás a lo perpetrado en el pleno celebrado el pasado 17 de
octubre de 2019 y vuelva a incluir en el orden del día que se celebrará el
próximo 14 de noviembre todas las mociones que no pudieron ser defendidas por
los grupos proponentes, cuando se dio la ilegal e ilegítima circunstancias de
que se votaran, yendo contra los propios actos de esta administración en
idénticas circunstancias en casos anteriores y actuando de manera
contradictoria al sí dejar sobre la mesa interpelaciones y comparecencias.
Leganés, 4 de noviembre de 2019.
Fdo. D. Carlos Delgado Pulido. Portavoz
del Grupo Municipal de Unión por Leganés-ULEG
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