Muy triste y un síntoma de cómo ha entrado en barrena el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, está siendo el vodevil protagonizado ante la sentencia judicial que ha anulado los presupuestos del ayuntamiento de Leganés de 2014 aprobados por el PP a puerta cerrada tras un espectáculo bochornoso donde los ediles populares se abstuvieron de su propio presupuesto para forzar artificialmente un voto en contra en el Pleno y así justificar el irse a la Junta de Gobierno. Todo ello con la complicidad de unos habilitados nacionales que han cogido mucho miedo al mandamás de turno. Lo pasado en el anterior mandato ha dejado huella. Ya no es que los habilitados sean árbitros caseros o con tendencia progubernamental. Muchos son directamente "Al Ghandours".
Todo podría haber quedado en un episodio histórico más de la histeria, trampa y falta de inteligencia emocional que caracterizaba al régimen de Jesús Gómez y sus acólitos sin personalidad (ahora acólitos de otro también impuesto y con la misma carencia de personalidad. Cosa normal, son los mismos). Una sentencia con valor simbólico, pero sin valor práctico, pero ahí estaba "Txistu" Llorente con sus hipotecas y complejos de todo tipo para dar el máximo protagonismo a esta cuestión. Y es que después de más de un año de "gobierno" siguen vigentes esos presupuestos del PP de Jesús Gómez. Esto es, las prioridades de ese PP, la ideología de ese PP, la forma de ver la política de ese PP y, lo que es casi peor, los métodos antidemocráticos, trileros y antisociales de ese PP. Es tal la esquizofrenia política (o directamente tamayismo) que aqueja al señor Llorente y a su escuálido e inepto equipo que lo "desasesora" que van a recurrir al Tribunal Supremo esos presupuestos del PP. ¡Y eso que fueron ellos, los "socialistas", los que en un principio junto a ULEG e IU impugnaron esos presupuestos por dañinos, antidemocráticos e ilegales!
Si Leganés fuera un municipio de 1000 habitantes ya habrían "corrido a gorrazos" a un gobernante de este tipo. Y si fuera capital de provincia estaría el señor Llorente dimitiendo ante la dimensión del escándalo, el ridículo y el despropósito. Es la suerte que le acompaña a D. Santiago. Esa baraka que también acompañaba al señor Rodríguez Zapatero..., hasta que dejó de acompañarle.
Leganés es una ciudad sin rumbo, un barco donde al mando se han puesto piratas, pillos, caraduras y ganapanes. El "pacto del ladrillo y la peineta" entre PSOE-PP y el tránsfuga está haciendo estragos al municipio..., y lo que te rondaré morena con, por ejemplo, EMSULE. No será la "Únika" barbaridad. El señor Bejarano quizá llegue ya tarde para librarse de la quema.
En ULEG estamos poniendo toda la carne en el asador para cambiar esta situación. Los vecinos lo pudieron hacer en 2015 y lo podrán hacer en 2019. Mientras, disfrutemos lo votado.
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