Las prácticas golpistas del alcalde a la democracia en Leganés

Requiere muchos días y semanas de digestión la maniobra que protagonizaron el alcalde de Leganés y todos sus concejales. Varios medios de comunicación han escrito sobre ello, como El Buzón o DLeganés.

A cualquier persona con una mínima sensibilidad democrática y de respeto a la Ley le repugnaría una acción de este calibre. Ellos, que claman al cielo con las "jugadas" de Chávez y sucesores, actúan mucho peor, como trileros y tahúres políticos a los que las instituciones, las normas, los principios del Derecho, son obstáculos a sortear, pisotear y prostituir para obtener un espurio interés o dar carta de naturaleza a sus chaladuras políticas, cálculos partidistas o a sus complejos y paranoias gubernamentales.


Para que quede claro qué pretende el sr. Gómez Ruiz con esta acción, y aunque ayer difundimos una nota de prensa detallada, lo voy a explicar de la manera más pedagógica posible:

- Una nueva reforma de la legislación aplicable a los ayuntamientos permite que, si se cumplen ciertas circunstancias, los presupuestos los pueda aprobar la Junta de Gobierno (en Leganés sólo está en este órgano el PP) en lugar del Pleno (donde están todos los concejales y todos los grupos políticos).

-Para que se dé esa posibilidad de sacar adelante los presupuestos por Junta de Gobierno es imprescindible, entre otros requisitos, que inicialmente los presupuestos no hubieran sido aprobados en el Pleno.

- Esta reforma suscita muchas dudas jurídicas de todo tipo. De hecho, en lo que se refiere a esta posibilidad legal, se va a presentar un recurso de inconstitucionalidad, al que se ha adherido ULEG, por vulnerar la autonomía local y el principio democrático que consagra nuestra Carta Magna.

-Sumado a lo anterior, la técnica presupuestaria varía sustancialmente si los presupuestos son aprobados inicialmente por el Pleno o por la Junta de Gobierno:

a) Si se aprueban inicialmente por el Pleno, se abre un periodo de exposición pública donde los vecinos, entidades, colectivos..., pueden presentar alegaciones, reclamaciones, enmiendas... Tales reclamaciones serían aprobadas o desestimadas por el Pleno. Es decir, los 27 concejales, los 4 grupos políticos con representación, aceptarían o rechazarían tales alegaciones.
b) Si se aprueban inicialmente por Junta de Gobierno, también se abre esa exposición pública, pero las reclamaciones serían aceptadas o rechazadas por la Junta de Gobierno. Es decir, por el PP.
c) Así, si por ejemplo en una reclamación vecinal  se alega que el ayuntamiento no precisa de un gerente de personal, o de que los 4 millones de euros para un auditorio se destine a una residencia de mayores, si es el Pleno (PP en minoría) el que resuelve esa alegación, seguramente sería aprobada y se incorporaría al presupuesto. Si es la Junta de Gobierno (sólo el PP), seguramente se rechazaría.

Como ven, la cuestión es sustancial, básica, de una importancia política y social trascendental. Tiene una relevancia constitucional y afecta a la esencia misma de lo que es el parlamentarismo y la esencia democrática.

Pues bien, el PP, teniendo mayoría en el pleno (12 concejales) en el momento de la votación de los presupuestos, frente a los 11 de PSOE e IU, decidió abstenerse de sus propios presupuestos. Sí, han leído bien: abstenerse para que así quedaran rechazados sus presupuestos por 11 votos en contra y ni un voto a favor. ¿Cómo hacen eso? ¿Por qué esta maniobra? ¿Qué se pretende? Precisamente damos las claves anteriormente. Quieren que los presupuestos se aprueben inicialmente por la Junta de Gobierno.

Esta es la razón de fondo del fraude de ley perpetrado por el PP y su pisoteo a la democracia y a la cámara de representación de los ciudadanos, forzando artificialmente una votación en contra gracias a la abstención en el pleno de sus propios presupuestos: hacer y deshacer a su antojo, despóticamente, tiránicamente más bien, sin importar métodos, ni formas, haciendo honor a ese talante ultra, dictatorial e hipócrita del alcalde, ese hombre que hace apología de las armas o del trabajo infantil, y que no tiene escrúpulos en engañar a Cáritas, mentir con sus falsas donaciones y faltar a su palabra hasta a los notarios.

Y es que cuando el PP se ha pasado por el forro miles de veces los informes de Intervención o se ha aprovechado en innumerables ocasiones de la ausencia de ediles de la Oposición para sacar multitud de votaciones, suena a excusa ridícula que no hace más que autoinculparles y evidenciar su vil treta el que justifiquen su abstención porque se había rechazado el Plan Económico y Financiero y porque no querían que la aritmética del pleno se viera alterada por la no presencia de ULEG.

Esta acción perpetrada por las "mentes pensantes" del Gobierno municipal merece pasar a la antología del disparate o del código de la indigencia moral y política. Y no tengan ninguna duda de que si se empeñan en llevar este atropello adelante, se verán en la Justicia no sólo los ediles que voten ese acuerdo en la Junta de Gobierno, sino todos los que por acción u omisión, lo permitan. Y allí lo mismo se terminan aprendiendo el Código Penal.