Jesús Gómez Ruiz: alcalde sin honor, hombre sin palabra. El caso Cáritas

Entre los principales activos en el patrimonio político de un dirigente público deberían estar el honor y la palabra. Pueden sonar virtudes "carcas", pero son de lo más progresistas y actuales. Son un termómetro idóneo de la altura moral y cívica de una persona y, cómo no, de un político. Cuando una persona, y más si es un alcalde, queda en evidencia y retratado por su falta de palabra y honor, sólo deja el regusto amargo y triste por ver que tal vileza y villanía la protagoniza quien debería ser el primer ciudadano de Leganés.

Es necesario ver el pleno, en concreto los minutos relacionados con la moción en la que se instaba al alcalde a que cumpliera su compromiso con Cáritas (13.500 euros para el año 2012 y otros 13.500 para 2013 y siguientes) para ver hasta qué punto puede llegar el cinismo de una persona, en este caso, el alcalde de Leganés. En 2012 el cheque fue de 1500 € y en 2013 se desconoce, aunque dio a entender que algo ha dado a Cáritas, pero en ningún caso esos 13.500 o al menos no hasta la fecha del pleno. Ojalá en próximas fechas nos reboce los pagos, quizá herido en su conciencia por los 25.500 euros de deuda (moral y política) acumulada.

Oír como excusas de manera sucesiva que era una cuestión privada, luego que él había cumplido y que con su palabra bastaba y terminar diciendo, una vez desmontada una a una todas sus coartadas, que no había pagado a Cáritas por la muerte de un ser querido y de las dificultades económicas que sufre un hombre que gana cerca de 100.000 euros al año, sólo provocan desazón y pena. Pena por Leganés, por tener al frente a un ser así, y desazón por ver a alguien tan absolutamente ajeno de la realidad y que tanto daño se está haciendo a sí mismo.

Recordemos que nadie puso un puñal en el pecho al alcalde para que en un pleno dijera, para contrarrestar con un golpe de efecto las críticas por sus 4 remuneraciones-sueldos, que lo que cobraba en la Asamblea de Madrid, tres cuartas partes para ser exactos, lo iba a donar a Cáritas.

Debemos apuntar que no se le vio muy obligado ni molesto por la intromisión en su privacidad en sus paseos por todo tipo de platós y primeras planas de periódicos nacionales contando su "generosa" iniciativa.

Habrá que insistir en que no se le notó muy forzado ni enfadado por la vulneración de su intimidad en la imagen que el fotógrafo del ayuntamiento tomó del cheque que el alcalde daba a Cáritas un 28 de diciembre, minutos antes de mandar al paro a 39 trabajadores municipales. Imagen y comentarios difundidos, suponemos que sin su consentimiento, por los medios municipales.

No nos constan (ironía) comunicados o notas de prensa ni del ayuntamiento ni del PP, reclamando y exigiendo a los medios que no publicaran la donación a Cáritas, apelando a que respetaran la "vida privada" del alcalde.

En definitiva, es tanta la vergüenza ajena que vivimos en el pleno y que seguimos sufriendo que no vamos a hacer a hacer más leña del árbol caído, sólo poner encima de la mesa, una vez más y con pruebas concluyentes, que al faltar con su compromiso con Cáritas no solo mintió al pleno y a los vecinos, sino que demostró su fariseísmo integral, pisoteando los más elementales valores cistianos, si es que los tiene. Ya me dirán, ¿qué esperar de un alcalde que miente en algo tan sensible como la ayuda a los más necesitados y que, ya sin salida, se tiene que excusar en plan victimista en problemas económicos y familiares para desviar su flagrante incumplimiento?: NADA

Gran trabajo de nuestros compañeros Ricardo López, Virgina Benito y Antonio Almagro, que han destapado este escándalo de un alcalde moroso, que falta continuamente a la verdad en todo y con todo, sin honor y sin palabra.