La salida ciudadana-vecinal a la crisis pasa por Leganés, pasa por ULEG

Por desgracia, si algo marca estas elecciones es la crisis. Y aunque peque de osado, me atrevo a decir que el éxito de ULEG será un síntoma del éxito con el que saldremos de la crisis y del éxito que puede tener nuestra democracia.

Esta crisis que es más que evidente para los 17.000 leganenses en paro y para tantos otros que ven peligrar su trabajo. Una crisis que ha afectado a todos los españoles, quienes en menor o mayor medida han visto recortados sus derechos sociales.

Una crisis que será aún más dolorosa para esos que empiezan a llamar “generación perdida”. Jóvenes que no tendrán derecho a una oportunidad laboral y a recibir la experiencia necesaria para su desarrollo. Peor aún, una generación que ni siquiera tendrán derecho a cobrar el paro y que lo tendrá muy difícil para conseguir una pensión.

Una crisis que amenaza con echar por tierra el esfuerzo que miles de leganenses han hecho durante décadas para acceder a la clase media: tener un trabajo estable, dar una educación a sus hijos, tener una vivienda digna y confiar en que el futuro será tranquilo para ellos y mejor para sus hijos. Y eso es lo peor de todo, que en esta crisis está en juego ese esfuerzo de décadas que representa la clase media a la que han llegado los leganenses.

Y sin embargo, como bien dijo nuestro compañero David Alonso en nuestro encuentro con los vecinos del viernes, esta crisis no es sólo económica. Esta crisis es la de un sistema podrido por los intereses de los partidos, es la crisis de una democracia secuestrada por unas siglas que cada vez representan a menos gente y mucho menos a las ideologías que estos partidos tanto dicen representar. Porque esta crisis no se habría producido, ni en el mundo ni en España si quienes nos gobiernan no hubieran mirado hacia otro lado cuando los especuladores financieros hacían y deshacían a su antojo. Esta crisis se debe a que las instituciones, en las que los políticos profesionales llevan décadas instalados, no han cumplido su trabajo.

Una crisis que en España no sería tan cruda si PP, PSOE e IU no hubieran permitido que el ladrillo campara a sus anchas y los corrompiera hasta el tuétano. Todos estos partidos se han lucrado y beneficiado de un modelo económico basado en recalificar y construir. Y hemos sido nosotros quienes antes, ahora y en el futuro cargamos con los costes, primero pagando precios abusivos por la vivienda, luego rescatando a las cajas que los partidos han gobernado y en el futuro pagando la deuda y sufriendo recortes en nuestros derechos.

Y no hicieron nada porque, repito, ya no representan a nadie más que a sus propios intereses. Y sin embargo, PP, PSOE e IU, los mismos que han permitido que estemos donde estamos, ahora nos dicen que sólo ellos tienen la solución a la crisis: unos nos prometen una salida social a la crisis; otros, que la salida de la crisis sólo puede ser por la puerta de la economía.

No dejemos que nos engañen. Es imposible que salgamos de esta crisis por mucho que hagamos caso a quienes piden flexibilizar (o abaratar) el despido o rebajar las pensiones o el seguro de desempleo. También es imposible que mantengamos nuestros derechos por mucho tiempo que dejemos pasar sin hacer nada, esperando a que la crisis se vaya tal como vino. En este caso, cuando llegue, la recuperación económica sólo será el preludio de la próxima crisis. No puede haber salida social ni económica si no es con la participación de los ciudadanos. Por eso, ULEG es el único partido que ofrece la única salida posible a esta crisis: una salida ciudadana.

La salida ciudadana consiste en que los ciudadanos recuperen el poder de decisión sobre todo aquello que permitió el descalabro económico en el que nos han metido. Si quienes manejan los hilos de la economía o del gobierno ya no nos representan y ya no atienden a otros intereses que los suyos propios, qué nos hace pensar que velarán por que la recuperación económica sea sostenible o porque no se haga a costa de nuestros derechos. No puede haber salida económica a la crisis si las instituciones que supervisan y regulan la economía están podridas por la partitocracia.

Cómo podemos pensar en que puede haber una salida social a la crisis si delegamos la defensa de nuestros derechos a quienes, como nuestro alcalde, sólo están preocupados por su propio empleo. La salida de la crisis sólo vendrá cuando los ciudadanos recuperen el gobierno y se lo arrebaten a esos partidos que se han apoltronado en el poder. Sólo en ese momento las decisiones de nuestras instituciones responderán a los intereses de los ciudadanos.

ULEG es un proyecto nacido para la ciudadanía y que sólo puede existir si sirve al ciudadano. Por eso, partidos como ULEG son los únicos que pueden garantizar una salida ciudadana a la crisis. Leganés y estas elecciones municipales son sólo una pequeña pieza del inmenso tablero en el que vivimos. Una pieza que sabemos que no cambiará el mundo ahora pero, lo que es más importante, es la pieza que depende de nosotros.

En ULEG siempre hemos defendido la necesidad de pensar en global pero actuar en local y este es el momento de votar para cambiar Leganés, pensando en cómo queremos cambiar el mundo. Como decía Gandhi, en una de las frases que nos siguen inspirando desde que creamos el partido hace ya más de 8 años: "Sé el cambio que quieras ver en el mundo."