miércoles, 12 de diciembre de 2018

El fin de un alcalde débil con el fuerte y fuerte con el débil

Como siempre, en primicia a nuestros lectores y usuarios del blog de ULEG, os dejamos el artículo que saldrá publicado en el boletín municipal en las próximas fechas. Espero que os guste. Nos vemos.

Hola vecinos.

Es 2019 un año clave. En pocos meses, el 26 de mayo, se celebrarán las elecciones en el ayuntamiento. Vayan por delante nuestros mejores deseos para este nuevo año y que se disfruten estas fiestas tan enraizadas en la tradición española con la mayor alegría.

Desde ULEG ya hemos escrito nuestra carta a los Reyes Magos y hemos pedido un alcalde distinto para Leganés. Llevamos demasiado tiempo con un mismo tipo de regidor: alguien que no cumple sus compromisos, que sustituye o directamente camufla su inexistente gestión con propaganda y photoshop, alguien que da codazos para ponerse en primera fila con los poderosos y más pudientes, mientras abandona a los más desfavorecidos. Es quien se ha olvidado de lo que es ser trabajador, humilde, escuchar y atender a sus convecinos.

Llevamos mucho con alcaldes fuertes con el débil y débiles con el fuerte. Aplican a rajatabla sanciones, silencios y ordenanzas a quien no tiene voz, y calla, pastelea o se pone de rodillas ante el poderoso, con quien siempre tiene una excusa para un trato de favor.  Ya saben, un primer edil que sólo es primero para cobrar el sueldo o rodearse de una red clientelar que le atornille a la poltrona, pero que es el último en dar la cara por su municipio, en enfrentarse con quien haga falta para traer lo mejor para su pueblo. Son lustros de abandono en nuestros colegios, de deterioro de la seguridad, de incremento de la suciedad en nuestras calles, de falta de proyecto para generar empleo y prosperidad a los leganenses. Leganés merece estar en primera en todos los sentidos y no sólo cuando hablamos de fútbol. Leganés es de sus 190.000 vecinos, de sus pymes, de sus autónomos y pequeños comerciantes, de miles de personas que madrugan para ir a un modesto trabajo sufriendo un cada vez peor transporte público. Y a esas personas hay que dirigir la gestión y no a los especuladores inmobiliarios o a los “conseguidores” o a los aduladores llenos de ambición y carentes de escrúpulos. Llega la hora de un alcalde honrado, transparente, eficaz y ejemplar que cuide a sus mayores con más y mejores servicios de teleasistencia, que considere prioritarios los servicios sociales y no tenga a trabajadores sociales de baja por miedo a los propios usuarios.


Y sí, estamos ante un cambio de ciclo. Y a diferencia de quien es hoy el primer edil, en unos meses y gracias a que los leganenses serán protagonistas de su propio futuro habrá al frente de la alcaldía un vecino con palabra, justo, con ilusión y ganas por transformar Leganés. Una persona de barrio que conoce y siente cada palmo de Leganés. Ya lo conocéis. Estoy seguro de ello. Y ellos también.

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