
Y en ese contexto quiero decir con total contundencia y sin complejo alguno que no hay concepto más progresista que defender la unidad de España. Porque no se trata de llevar una pulserita en la muñeca, ni poner una bandera en el balcón. Se trata de que la unidad de España es la que garantiza la igualdad de todos los españoles en todo el territorio que conforma el Estado. Socavar la unidad de España es acercarnos al medievo, a un pensamiento gremial, tribal, esencialista y, por ende, retrógrado. Decir ¡Viva España! no te convierte en un facha o similar. Es una llamada a la convivencia común y global, donde ser de un sitio no te privilegia frente a otros. Decir hoy Viva España y defender la unidad de la nación es también poner en valor lo que significa Europa como construcción fraguada durante siglos de intolerancia, guerra y crueldad para dar primacía a una cultura como la occidental donde el hombre se ha de convertir en una cosa sagrada para el hombre como reza el lema de mi universidad, la Universidad Carlos III de Madrid. El hombre es la medida de todas las cosas y el depositario y destinatario de derechos, no ningún terruño, sea el que fuere.
Lo que pasa en Cataluña es un ataque a la sociedad española en su conjunto y, por extensión, a todos los demócratas del mundo. Podrán los secesionistas "untar las obras con tocino", camuflar magistralmente la realidad y hacer de lo blanco negro. Podrán los bienintencionados o ignorantes hacer llamadas a un diálogo que no puede ser más capcioso porque el diálogo leal, honesto y justo exige de los interlocutores una creencia previa en el mismo y no otro atajo o truco para seguir sin escrúpulo con su objetivo final. Pocas veces reluce más el imperativo categórico kantiano. Podremos discutir si galgos o podencos, mientras el lobo del nacionalismo vestido y actualizado con la piel de cordero 3.0 nos devore como ya hizo en el siglo pasado (el nacionalismo al que no se le frena deriva siempre en nazionalismo). Podremos dar palos de ciego con carácter indefinido o recrear la famosa ilustración goyesca del "duelo a garrotazos". Podrá haber dos Españas o doscientas, pero hay una identidad sustancial en cada una de ellas: ser España. Defendiendo su unidad nos defendemos todos y cada uno de ellos que la conformamos. Incluidos los que reniegan de ella.
1 comentario:
Los nacionalistas-independentistas catalanes quieren tapar sus casos de corrupción con la gran mentira de que según ellos España les roba y con la otra gran mentira de los paisos catalans que nunca existieron.
Estan intentando romper el país más antiguo de Europa que es España y llevan adoctrinando a los niños en los colegios e institutos para así formar futuros independentistas.
Esto empezará a cambiar si el gobierno central sea del partido que sea recupera la competencia de educación que fue transferida a las comunidades autónomas que ha sido uno de los grandes errores de nuestra actual democracia, también el gobierno central sea del partido que sea tiene que recuperar la competencia en sanidad. ¿Que es eso de que en algunas comunidades autónomas tengan mejor sanidad que otras?
Un saludo
Álvaro
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