Echo un vistazo a las leyes y dudo sobre cuál de las siguientes, o acaso las dos, ha podido incumplir usted.La Ley de Financiación de Partidos Políticos prohíbe a los partidos políticos “aceptar o recibir, directa o indirectamente, donaciones de empresas privadas que, mediante contrato vigente, presten servicios o realicen obras para las Administraciones Públicas, organismos públicos o empresas de capital mayoritariamente público”. La Ley del Régimen Electoral General establece penas de prisión menor o multa en caso de que se falseen las cuentas de la campaña electoral, “reflejando aportaciones o gastos o usando de cualquier artificio que suponga aumento o disminución de las partidas contables”.
Como imagino que Urbaser, Clece, Helechos, etc., tal y como se vislumbra de la copiosa documentación suministrada por el periódico DLeganés no han financiado su campaña por adhesión a su carisma sino por haber recibido o para recibir algo a cambio (¿para qué si no?), una simple ojeada al Código Penal asocia diversos calificativos (y penas) a su comportamiento. Varias veces en los plenos, como cuando sacamos a la luz su plan de vender, con un informe de la interventora totalmente en contra, terrenos municipales para construir chalets de lujo nos han espetado que sólo los tribunales pueden decidir lo que es ilegal y lo que no. En ese caso acudimos a la Justicia y nos está dando la razón. En este, no le quepa duda de que lo haremos si no se aclara ya este escándalo difícilmente justificable.
En todo caso, me abstendré de calificar jurídicamente su actuación y optaré por un término menos técnico: tramposo. Tramposo porque usted, señor Gómez Montoya, según todos los indicios, ha apañado el juego electoral, base de nuestra democracia, a espaldas de los organismos públicos y, sobre todo, de los ciudadanos; tramposo porque mientras tiene el cinismo de verter insidias sobre de dónde sacamos nuestros escasos recursos, en su caso se está demostrando que contaba con un Plan B para financiar ilegalmente su ascenso al poder; tramposo porque mientras se le llena la boca de bonitas palabras como participación u honestidad, empeñaba, mucho antes de que una moción de censura le llevara a ser alcalde, los servicios públicos de nuestra ciudad para garantizarse su sillón y el de la tropa cómplice que le rodea. Ahora se entienden muchísimo mejor las cosas.
Señor Gómez Montoya, esperamos que dé inmediatamente explicaciones sobre el aluvión de pruebas que muestran cómo empresas beneficiarias de contratos del Ayuntamiento financiaron su campaña electoral aunque, por la dignidad del cargo que ocupa, esperamos que dimita en breve. No cabe otra salida y usted lo sabe. La triste agonía de verle aferrado al cargo como Gollum a su anillo no le vendrá bien a nadie.
11 comentarios:
Muy bien Carlos, es lo que se merece, la diferencia entre tú y él es que tú le hablas a la cara y le escribes personalmente a él.
El manda a sus amiguetes a escribir en los blogs patochadas indignas de adolescentes con 3 copas de más.
Creo como tú, que la democracia en el despacho de Rafael Gómez Montoya siempre ha estado en la sala de espera, y son ya muchas irregularidades las que han salido en un tiempo record de 2 años, creo que ya es suficiente y esperemos que capte el mensaje de que Leganés no quiere que siga siendo alcalde y dimita en breve, debe dejar paso a políticos honestos y trabajadores, adjetivos que no son sinónimos de su gestión.
Hector.
a mí se me ocurre calificarlo como cohecho o tráfico de influencias: Montoya al trullo: ¡¡Montrullo!!
En el DLeganés aparece que Sufi y Urbaser pagaron portadas enteras
Yo solo quiero decir que con el DLeganes, La Plaza y demas... me limpio el culo
está claro, no tiene salida, las trampas tienen las patas muy cortas, en política tener más enemigos de la cuenta lo acabas pagando caro.
La pelotita está en el tejado del psoe, ellos deciden si quieren tener todos los días escándalos ó no, esto ya se está volviendo insoportable.
va, que aburridos sos charli
Montoya vete yá por favor, ya es suficiente.
Ya no se le pueden aguantar más cosas a Montoya, ¿quien decide el tener que echarlo a la puta calle?, no entiendo cómo sigue ahí, ayer mismo tendría que haber sido su último día, pero pensándolo bien, ya puede donar todo su sueldo hasta 2011 a las Carmelitas, porque su nombre yá está manchado de por vida.
Montoya tiene que dimitir, su cabezonería le va a llevar a la ruina y con él al PSOE. Tomás Gómez tiene que hacer algo ya o irse también.
Mucho dicen que las facturas son falsas, de boquilla claro, pero ¿dónde está el comunicado oficial?, ¿pedirán otra vez a todos los medios nacionales que rectifiquen la información?, si es que la prepotencia y la chulería al final te devuelve el golpe, sobre todo en política.
por cierto, ¿habrá alguna facturita más de Manolito Hidalgo?, porque ese está en un buen lío.
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