Hola vecinos. Comienzo estas líneas deseándoles a todos los lectores un inmejorable 2022 (o al menos mejor que el 2021) y que la salud y la felicidad nos acompañe al máximo. Y hartos de hablar de un coronavirus que ojalá sea pronto historia, quiero poner el foco en otro elemento que está siendo muy nocivo para nuestra ciudad y para la calidad de vida de los leganenses.
Me refiero a unas peculiares “avispas asiáticas” que están dejando nuestra localidad como un solar. No aludo a esos inquietantes insectos que están invadiendo nuestro hábitat nacional haciendo un grave daño a nuestra fauna y flora sino, valga la metáfora, a unos gobernantes locales, con el alcalde a la cabeza, que ante la manifiesta carencia de proyecto, de ideas y de soluciones para los problemas de Leganés no paran de destruir o deteriorar servicios públicos (han acabado con el albergue municipal, tienen abandonada la escuela de música municipal, las escuelas infantiles, las casas de niños, a la Policía Local, al centro de atención a las drogodependencias, la grúa municipal, el laboratorio, la limpieza, la recogida de residuos, el mantenimiento de árboles y zonas verdes, la atención del 010…) o de perpetrar chapuzas del calibre del Plan Asfalto, donde 25 millones de euros se han destinado a actuaciones que han generado enormes molestias con un resultado final de lo más pobre y, en muchos casos, remiendos que ya empiezan a resquebrajarse.
Es tal el despropósito de quienes gestionan este ayuntamiento que el 5 de diciembre sufrió un ataque informático y todo un consistorio que sirve a cerca de 200.000 habitantes no tiene ni internet
Es tal el despropósito de quienes gestionan este ayuntamiento que el 5 de diciembre sufrió un ataque informático y todo un consistorio que sirve a cerca de 200.000 habitantes no tiene ni internet. Estas “avispas asiáticas” disfrazadas de un socialismo que no practican curiosamente han tenido como última víctima a un enemigo “natural”: las abejas.
Sí, debe ser que cansados de no dejar piedra sobre piedra en la ciudad, salen a los alrededores y se han cargado en el parque Polvoranca el apiario municipal. Pobres abejas, pobres pepineros. Los vecinos de toda ideología y condición, pero especialmente con una sensibilidad progresista y social, ya se están manifestando masivamente contra este gobierno local.
Ojalá la respuesta sea igual o más contundente donde importa, las urnas. O estas avispas asiáticas, si es que aún queda algo por derribar, terminarán de finiquitar todo. Al menos desde ULEG vamos a hacerles frente con nuestras armas: trabajo, propuestas y vocación de servicio con Leganés.
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