Pocos bochornos mayores que los que resumen estos 13 segundos de vídeo. Sucedió el viernes pasado en el Pleno de aprobación definitiva de los presupuestos donde se rechazaron todas las alegaciones de partidos, entidades y vecinos. Todas no, el gobierno se aceptó su propia alegación, de boca del portavoz de Cs que aumentó en 100.000 euros la partida en propaganda. Una enorme necesidad vecinal.
El alcalde desde que estalló el coronavirus aún no ha sido capaz de acondicionar el salón de Plenos para que se puedan desarrollar con una mínima normalidad como en tantas otras instituciones como la asamblea de Madrid, el ayuntamiento de la capital o el congreso. Ha pasado un año. A fecha 8 de febrero sigue sin pagar las nóminas a todos los trabajadores del ayuntamiento y, en el culmen del despotismo, cierra las ventanas (con el riesgo añadido para la seguridad sanitaria de los presentes en el cuchitril) para no tener que oír a los trabajadores que le protestan.
Poco más que añadir señoría, parafraseando a las películas de juicios. Sólo aportar que si a los 30.000 vecinos que apoyaron al sr. Llorente en estas últimas elecciones municipales este tipo de cuestiones les da igual, Leganés no tendrá remedio. Muy a nuestro pesar.
PD: En el cinismo más absoluto el alcalde culpa a los ediles de la oposición de poner en riesgo a los 4 que estaban en el despacho. La acusación no puede ser más ridícula, clasista y además falsaria: todos los ediles tenemos derecho a estar allí y así hemos sido convocados con la posibilidad de la presencialidad. No sabemos si el alcalde se considera un superhéroe y los demás unos apestados, pero es que encima quien cierra las ventanas vulnerando aún más todas la medidas sanitarias es él mismo. Pobre Leganés.
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