Conozco a Lucrecio y a varios miembros de su familia. Una familia que está preocupada porque conocen su firmeza, sus valores y su voluntad de hierro. Lucrecio es un hombre de los que se visten por los pies. Ha batallado siempre por mejorar las condiciones de vida de su barrio. Ni quiere, ni se deja dominar por colores políticos, y actúa sin un solo gramo de egoísmo. Por eso, más allá de todo el apoyo de ULEG, he querido dedicarle unas líneas para poner en valor la actuación de este hombre. Una actuación que debería hacer sonrojar a muchos de nuestros gobernantes y de sus palmeros, siempre dispuestos a buscar cualquier rendija por la que machacar, vilipendiar o menospreciar a quienes se oponen a un sistema cada vez más injusto e insensible. Mal haría la presidenta regional, el consejero de Sanidad o el alcalde de Leganés en no tomar nota de esta actitud y en saber estar a la altura de las circunstancias. No es por comparar esfuerzos y acciones, pero entre escribir una carta y hacer una huelga de hambre hay todo un universo moral de distancia. Esperemos que esta vez, al menos, el alcalde sepa lo que supone su cargo y abandone de una vez el de palafrenero de Esperanza Aguirre.
Faltan muchos Lucrecios en este mundo. Y no diré quiénes sobran. Ya los conocemos.
6 comentarios:
Carlos, si el vecino es tu concejal, deberías compartir la situación con Lucrecio y ponerte en huelga de hambre con él, o en su defecto donarle tu paga extra, por solidaridad y compromiso. Ahí ganarías muchos votos y cumplirías con esa frase de "el vecino es nuestro jefe".
Definitivamente cuando repartieron los carnets de memos sólo estaba en la fila el anónimo de las 18.51 y se los llevó todos. Cuánta memez.
Un pánfilo, ¿y cuanto pilló LOLA?
En "al cabo de LA CALLE" asimilan la huelga de Lucrecio con Bolinaga.
Y se quedan tan panchos....
Carlos, creo que deberías plantearte la inserción de propaganda en este panfleto.
Actitud irresponsable la de este hombre solo superada por la de los políticos que le aplauden poniendo en riesgo su salud y no precisamente por no tener servicio de urgencias en su barrio.
Asignar eficientemente los recursos públicos con datos en la mano es la obligación de nuestros gobernantes y no freirnos a impuestos para mantener servicios escasamente utilizados y poco útiles al ciudadano.
"Asignar eficientemente los recursos públicos con datos en la mano es la obligación de nuestros gobernantes"
Claro, y no cargarse los servicios públicos para que la empresa privada del marido de su compañera de partido, Cospedal, se vaya quedando con la gestión de la sanidad en Madrid también es obligación de la amiga Esperanza Aguirre.
¿Que no hay dinero para mantener un servicio mínimo de Urgencias? ¿que no hay dinero para pagar a un médico que esté de guardia por las noches?
Claro, claro, pero para cargos de confianza, hacer Metro Lígero a Boadilla que no usa casi nadie o enchufar millones y millones de € en Telemadrid durante años para que le hicieran propaganda, para todo eso SI había dinero.
Anda, a otro con ese cuento.
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