lunes, 23 de enero de 2012

Los que siempre ganan..., ya es hora de que pierdan. Está en nuestras manos



Viñetas como esta o magníficos documentales como Inside Job , que anoche tuve la suerte de ver en el canal de Directos 33, explican de una manera cristalina lo que está pasando en el mundo, las causas de que estemos como estemos y, lo que es peor, de que no se haga nada para remediarlo. Los padres de la nación americana fueron visionarios en este sentido y los propios orígenes teóricos del liberalismo (del auténtico, no de esa caricatura monstruosa actual) descansan en que la principal fuente y peligro para los derechos de las personas provenían del poder del Estado, del Gobierno. Por eso entendían imprescindible que hubiera unas determinadas esferas intocables para la Administración porque eran la única garantía para evitar el totalitarismo siempre inherente al ejercicio del poder. Pero ahora, en este siglo, el peligro no está en el Estado, ni en el Gobierno, al menos no como fuente primaria, ya que son meros instrumentos de quien detenta el verdadero poder.


Los conflictos de intereses, la opacidad en los hilos especulativos que mueven el mundo, el vil metal y la codicia desorbitada están corrompiéndolo todo. Y la clave no está tanto en la falta de escrúpulos sino en la carencia de límites efectivos y en la "invisibilidad" de las responsabilidades. Dicen que la culpa la tienen los mercados, entes difusos, etéreos, metafísicos. Pero no, la culpa la tienen los de siempre, pero ahora más: los que detentan el poder económico, más concentrado e interrelacionado que nunca. Y estos tienen nombres y apellidos. Un poder, un "botín", que en estos tiempos no es el de los Estados o el de los gobiernos, ya que estos han quedado subyugados al poder económico, al poder de quienes monopolizan las finanzas. Si dijo Alfonso Guerra que Montesquieu había muerto porque en esencia la división de poderes era una farsa, ahora estamos ante la más grande de todas las farsas, la de creer que es el gobierno quien gobierna. El contrato social del que hablaban Locke, Hobbes..., también es más ficción que nunca. Me río yo de las "necesarias" medidas y del sentido de Estado de personas como el sr. de Guindos, hoy ministro de Economía de España, y no hace mucho altísimo directivo de una de las multinacionales financieras que propiciaron todo esto. Y es que la soberanía real no está ni en los Estados, ni mucho menos en los ciudadanos. Está monopolizada por quienes se han adueñado del "medio de producción" por excelencia en esta nueva era: el dinero.


En la Historia han sido muchos los filósofos y pensadores que han reflexionado sobre el tiranicidio y su justificación moral. Es hora de que nos levantemos contra esta injusta corrupción del sistema y reclamemos un orden económico y social donde las personas no sean títeres, fantoches de otras "personas" deshumanizadas y abducidas por esa máquina insensible en la que se reencarna el capitalismo sin freno. Desde este modesto foro también insto a la "muerte" del tirano. Un tirano que ahora no lleva corona, ni tiene un rostro reconocido. Aunque todos sabemos qué, quién o quiénes lo encarnan.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el contenido de la entrada. Pero veo dos problemas. Primero, quienes realmente deberían poner freno al dios mercado son los primeros interesados en mantener todo el sistema. Segundo, es difícil transformar el sistema sin que esto también afecte al "pueblo".
Respecto a las teorías sobre el tiranicidio, no estará de más que releeamos a algunos clásicos de nuestro Siglo de Oro, como el padre Mariana, entre otros.

Anónimo dijo...

Supongo que aquí hay que aplicar más que nunca lo de "las cosas de palacio van despacio". En una crisis a nivel mundial, donde están implicadas decenas de administraciones, en varios niveles, las medidas se toman y tomarán paulatinamente. El crack del 29 trajo consigo mayor intervencionismo del Estado en la economía, a lo mejor el resurgimiento de Keynes nos lleva en esa dirección.
w

Anónimo dijo...

el problema es eso a mi juicio la W que hizo la economía, en fin recemos porque acaba pronto todo esta crisis

Ruf. dijo...

Tan viejo como el mundo, no hace falta leer a Marx, para saber que la base sociecónica lo determina todo, y como diría Marta Haenecker, quien manda en última instancia, es como siempre ese poderoso caballero, todopoderoso mejor, llamado don dinero.

A esto se propusieron en tiempos diversas alternativas ideológicas, en las cuales el tiranicidio era un medio más.

Por eso no es de extrañar, que ahora con el final de la historia, el pensamiento único, y otras especies.

Vd. Sr. Delgado, y el mas pintado también, planteen el tiranicidio, siquiera sea en sentido figurado, que como divertimento no está mal, pero que es un brindis al sol.

Se necesita.....programa, programa, ¿pero cual?.

En definitiva ¿Que hacer?

País.

Ruf.

Anónimo dijo...

Efectivamente la globalización ha extendido la crisis a medio mundo, mientras los americanos siguen el modelo keynesiano con los chinos como sus banqueros, la Sra. Merkel parece que va por otro camino más duro. Por lo visto España seguirá los dictados de Bruselas y tenemos que ajustarnos más los cinturones.
Hay que reconocer que hubo despilfarro en los años buenos, mala gestión y los excesos pasan factura, no solo tenemos que satanizar a los mercados, tenemos que aprender la lección y administrar bien el dinero, sea en el Ayuntamiento, Comunidad o el propio Estado.

Ruf. dijo...

PD.

Fe de errores. Socioeconómica. Perdón.

Ruf.

hon-wasabi dijo...

Sencillamente con que hubiera justicia me conformaría.